domingo, 20 de diciembre de 2020

La maldición del historiador

 


Howard Carter, el célebre arqueólogo descubridor de la tumba de Tutankamón, encabezó una lista de afectados por la maldición del faraón egipcio que rellenó capítulos y capítulos de Cuarto Milenio en su momento. Pero no, dejémonos de ingleses expoliando y haciendo otras cosas típicas de ingleses, y centrémonos en la otra maldición del historiador.

Tampoco os estoy hablando de la maldición que tenemos todos los historiadores sobre nuestro futuro laboral, que esa no sorprende a nadie. Antes de desaparecer un par de semanicas, para ponerme tibio a polvorones y mazapanes enfundado en mi mascarilla FFP-2 de gran gala, me gustaría hablaros de la maldición que tenemos los historiadores respecto a la cronología.

Los historiadores tenemos el superpoder del spoiler. Podemos ver una película histórica y, si es rigurosa y correcta, ya sabemos por dónde van a ir los tiros. Y si no es rigurosa ni correcta, montamos en cólera porque nosotros queríamos hacernos los importantes porque hemos estudiado una carrera para saber de antemano el final.

Es muy fácil juzgar a alguien cuando ya sabes en qué se van a equivocar, y es muy fácil caer en el cuñadismo histórico y pensar que “esto lo arreglaba yo en un momento”. Da igual la catástrofe que sea, los historiadores la podríamos haber evitado con soluciones obvias que nadie en su momento había visto. Somos los abanderados de juzgar a posteriori las cagadas que cometen otros, pero a cambio también somos los primeros a los que la gente ignora, así que lo comido por lo servido.

domingo, 13 de diciembre de 2020

La culpa de los incendios forestales de verano la tiene Franco

 


Corría el año 1939 y España había salido de su particular guerra civil. Tres años habían dado para mucho y grandes extensiones de tierra habían quedado arrasadas o vaciadas de población. Si España estaba atrasada varias casillas respecto a Europa en el Gran Juego de la Civilización, la Guerra Civil directamente le había hecho que el resto de países nos pusieran las instrucciones en las manos y nos dijeran “léete esto otra vez y dentro de un rato pones la ficha en la casilla de salida”.

Las grandes batallas de la Guerra Civil se habían combatido en campo abierto. La toma de núcleos urbanos como Teruel o Belchite realmente eran partes mas pequeñas de un plan que se decidía en las grandes amplitudes. Con tanques y soldados por todos lados, era normal que el medio rural estuviera un poco abandonado.

Pero eso se tradujo en baja producción agrícola y hambrunas, porque apenas había nadie cultivando alimentos. Lo más recordado son las famosas cartillas de racionamiento, pero menos conocido es un auténtico intento de hacer parecer guay el campo, para intentar trasvasar la población urbana al medio rural. El problema es que, por mucha propaganda descarada que hagas, no es guay trabajar de sol a sol.

Sagrillas, el equivalente en Cuéntame al relleno de los capítulos de Naruto.

domingo, 6 de diciembre de 2020

El derecho de pernada y otras medievaladas

 


Concretamente, estoy hasta loso cojones de que la Edad Media esté consensuada como una época atrasada y oscura en la que la gente no se lavaba y vivía entre el fanatismo religioso y la superstición absurda. Porque, claro, aun no había llegado la CIENCIA™ para abrir los ojos a la gente.

Dentro de todos los tópicos absurdos, el que más me molesta es el del Ius Primae Noctis, el famoso Derecho de pernada. Ya sabéis, ese privilegio que tenía el noble de cortar probar a la novia la noche de bodas para ver si había salido buena. Uno de los ejemplos más utilizados para referirse a esa bárbara Edad Media en la que el feudalismo campaba a sus anchas por Europa y todo el mundo evitaba ducharse.

Pues bien, el derecho de pernada estaba muy mal conceptuado en la sociedad medieval. Era un abuso y no un uso de los derechos feudales. De la misma forma que, teóricamente, un señor feudal podía maltratar a sus siervos, un señor feudal podía follarse a sus siervos. Eran suyos, él era noble y estaba regido por unas leyes diferentes.

PERO.

Un señor feudal tenía la obligación de proteger a sus siervos. Si los mataba, pese a que posiblemente no se le castigara por ello, tampoco iba a estar bien visto. Ni por sus siervos (obviamente, que no son esclavos sadomasoquistas) ni por el resto de señores feudales. Tenías unos privilegios, sí, pero también había unas normas que cumplir. Como en todo juego.

- ¿A eso le llamas desflorar a una manceba? vergüenza debería darte, fantasma.
- Señor Conde, por favor, déjeme en paz. Es mi noche de bodas.
- Aparta, que te voy a enseñar como se hace mentecato.

lunes, 9 de noviembre de 2020

El meme de Hitler que Facebook no quiere que veas [clickbait feo]

Escribo esto un lunes porque el domingo estaba demasiado ocupado como para hacerlo.

Resulta que Don Facebook ha tenido a bien el prohibirme escribir o comentar nada durante 30 días por incitación al odio. He intentado hablar con una persona humana y racional, pero el algoritmo ha detectado la cara de Hitler en una foto que subí en 2017 y es implacable. Cualquier persona con dos dedos de frente sabría que la foto del dictador de origen austríaco está usada con fines humorísticos y que no se busca enaltecerlo. Precisamente, tratando a los que se rían del dictador con la misma dureza con la que se trata a los que lo alaban, lo que se está consiguiendo es igualar a los dos bandos.

Pero independientemente del contexto, parece ser que el algoritmo es infalible e inapelable.

Cortada esa fuente de tráfico, me veo obligado a tomarme unas vacaciones que van a ser empleadas en 1) avanzar en la tesis y en 2) prepararme una conferencia que tengo a final de mes. Y a lo mejor me voy a la India a encontrarme a mi mismo o yo qué se.

Pero vamos, que, por lo visto, hacer memes con la cara de Hitler se paga caro. No es como si hubiera hecho pantanos.


Edito: 

Gracias por tanto, El Mundo Today.





domingo, 1 de noviembre de 2020

Especial Noche de Ánimas: El Terror y el Erebus.

 



Bienvenidos, queridos lectores, a la historia de terror de la Noche de Ánimas, si bien espero que esto se lea la madrugada del 1 al 2 de noviembre para que tenga el efecto deseado, una semana en la que el formato es distingo: no hay fotos con chistes, y hay algo más de texto que de costumbre. Acercaos a la luz de las velas e ignorad los ruidos que provienen del piso de arriba. Probablemente sea solamente el viento.

Esta semana vamos con una historia de aventuras, terror, intoxicación por plomo, canibalismo y agonía en el siglo XIX*. Esta semana os contaré la historia del HMS Erebus y del HMS Terror. Bienvenidos al episodio especial asustante.

A mediados del siglo XIX, los ingleses querían descubrir el paso del noroeste para evitar tener que bordear Argentina y sus jugosas, jugosas, Malvinas. Así que cogieron un par de barcos tochos, se los dieron al veterano capitán sir John Franklin, los llenaron de marineros (129, en concreto) y tiraron para arriba una vez llegaron a las costas de Groenlandia.

El problema es que entraron en la parte del Ártico que cae en la vertiente atlántica, pero los años pasaron y nunca llegaron a salir por la parte que tocaba del Océano Pacífico, para gran ofensa de los esforzados operarios victorianos que estaban montando la fiesta de bienvenida en la línea de llegada. Este comportamiento, nada educado por parte de un gentleman inglés, hizo que se dispararan todas las alarmas.

domingo, 18 de octubre de 2020

Vivir en la Francia ocupada.

 


Con el armisticio firmado el 22 de junio de 1940, Francia y el III Reich cesaban oficialmente sus hostilidades. También dividía el país galo en dos regímenes diferentes: al norte, la zona ocupada directamente por los nazis, y al sur la zona gobernada por Petain bajo supervisión alemana. Incluso había una tercera zona ocupada por italianos, pero para lo relevantes que fueron, sobra incluso mencionarlos. Los italianos, bueno, un trozo de tierra ya les valió como premio por su participación.

La creación de la Francia de Vichy no fue un acto de caballerosidad de los alemanes, fue simplemente “ser práctico”. El Reich no tenía ni los recursos ni el tiempo para ocupar y pacificar toda Francia, así que era mejor poner un títere francés que legitimara un gobierno de colaboración. El armisticio, por ejemplo, recogía que Alemania no tenía que devolver ningún prisionero de guerra francés, tomándolos como rehenes pero con diplomacia, como diciendo “no te importará que me los quede yo ¿no? Total, ahora el ejército alemán es el que te protege”.

Una de las primeras medidas que se tomó fue la de adoptar el huso horario de Berlín, algo que España aceptaría de buen grado de manera voluntaria. Podría decirse que mientras a los franceses hubo que obligarlos, Franco estaba tremendamente contento de parecerse a los alemanes por vete tú a saber qué razón. Otra medidas igual de bonitas incluían la requisa de todas las armas de fuego (incluidas las de caza) o prohibición de oír radios extranjeras.


La zona francesa bajo gobierno francés se conoció como Francia de Vichy, mientras que la zona catalana bajo gobierno francés...

domingo, 11 de octubre de 2020

Los asedios medievales según Hollywood



De la misma forma que las batallas eran dos grupos de personas avanzando lenta pero constantemente hacia el otro, los asedios eran menos emocionantes que en las películas. Había menos épicos asaltos y destrucciones de edificios y más esperar detrás de una zanja a que los de dentro del castillo se cansarán de estar dentro del castillo.

La forma más rápida de tomar un castillo es tomarlo al asalto. Vaya sorpresa ¿verdad? Pues es la realidad. Eres discreto, envías un pelotón de soldados que corran lo suficiente como para entrar en el recinto antes de que los habitantes cierren las puertas y lanzas rápidamente al resto del ejército para que no los masacren mientras dejan las puertas abiertas. Fácil, sencillo, inclusivo. El problema es que esos pequeños grupos eran fácilmente apuñalables si el atacante no era lo suficientemente rápido.

Siguiente método para tomar un castillo. Si era de madera, préndele fuego y hazte tu propia entrada. Es sorprendente lo inflamable que es la madera cuando le pones interés en destruirla, y las primeras fortificaciones defensivas aprendieron esto por las malas, razón por la cual la piedra (que arde bastante peor que la madera) acabó por imponerse como material predilecto.

Pero claro, en contra de lo que nos han vendido en la películas, tienes que tener cuidado con el destrozo que haces al castillo que estás intentando conquistar. No vas a destruir una torre con el primer tiro de catapulta, porque una buena torre de piedra no es un castillo de naipes (especialmente si es redonda), pero tampoco conviene que te dejes llevar por el entusiasmo. De nada sirve quedarte con un montón de escombros porque necesitarás las defensas en pie cuando los familiares del anterior dueño intenten recuperar la fortificación. Porque para eso sirven los lazos feudales.

Aunque también sirven para que tú, que probablemente seas tío segundo del dueño original del castillo, quieras matarlo y aumentar tu feudo para aumentar tu influencia, tan mermada en la herencia que era tuya por derecho.

domingo, 4 de octubre de 2020

La batalla medieval según Hollywood

 



La semana pasada ya dejé plantada la semilla de lo que iba a hablar en esta. Hoy solo voy a seguir adelante, como un enajenado, hablando de las batallas medievales que nos ha vendido Hollywood.

Ya hemos visto que en los ejércitos no había uniformes generalizados, sino que el traje que llevabas en batalla venía dado por la posición que ocupabas en la jerarquía militar. Una victoria, aunque fuera una escaramuza de mierda, podía mejorar tus posibilidades de supervivencia  si lograbas saquear alguna pieza de armadura. De hecho, la batalla principal no era mas que el culmen de una serie de escaramuzas que servían tanto para medir la fuerza del enemigo como para tocarle los cojones y disminuir su moral.

Además, olvidaos de las batallas con cientos de miles de soldados. Por ejemplo, tanto la Batalla de Muret como la de Bouvines (dos batallas que se consideran ESENCIALES para la Edad Media europea) tienen ejércitos de en torno a los 15000 guerreros. Y, para que os hagáis una idea, en la Batalla de Bouvines apenas hay 1000 bajas en cada bando, en comparación con los 9000 prisioneros que hace el bando vencedor. La batalla medieval no consiste tanto en matar gente como en desanimarla a seguir luchando.

Sir Wonderful preocupándose de la moral de su mesnada.

domingo, 27 de septiembre de 2020

El soldado medieval según Hollywood



Estoy hasta los cojones de la Edad Media.

Intestas desconectar un poco de tu día a día, enciendes la televisión y te pones a ver una película. “Anda, transcurre en la Edad Media” piensas. Media hora después ya has sufrido tres embolias y un infarto cerebral que pasaba por ahí. Las batallas medievales en las películas dan todo el asco.

En primer lugar, lo que más llama la atención son las flechas de fuego que usa todo dios. Existir, existen, pero son una flechas que en vez de punta tienen una “jaula” para  poner dentro material inflamable y lanzarlo lejos, básicamente es una forma de intentar prender fuego a los techos e iniciar fuegos durante un asedio. La capacidad de perforación es nula, y rebotarían contra cualquier superficie (y eso incluye el cuerpo de una persona) para caer al suelo de forma inofensiva. Por no hablar del alto porcentaje que se apagan en pleno vuelo por el simple hecho del aire que genera un desplazamiento rápido.

En contra de la creencia popular, Minecraft no es 100% históricamente correcto.

domingo, 20 de septiembre de 2020

Urbanismo cutre. Hoy: el Freedom Ship.

 


¿Sabéis lo loco que sonaba Andrew Ryan cuando quería fundar Rapture en el fondo del océano, una ciudad sin ningún tipo de regulación estatal?

¿Sabéis ese capítulo de los Simpsons en el que Homer roba el yate del Señor Burns para hacer el idiota en aguas internacionales? ¿A que estaría chulo hacer lo mismo, no solamente por las peleas de monos con machete?

Pues algo así pensaron los que idearon el Freedom Ship.

Freedom Ship, un diseño basado íntegramente en el concepto "la mierda flota".

domingo, 13 de septiembre de 2020

El sueño de una Covid de verano

 



La semana pasada ya volví a escribir y decidí dejar para esta segunda semana el repaso personal a lo que ha sido el verano. Porque primero van las dosis de blog, que después de un mes se sequía seguro que había mono, y luego ya os cuento que estoy bien. En esta vida hay que tener las prioridades claras.

¿Vuestro verano ha ido bien? El mío ha sido una especie de epílogo del confinamiento de primavera, pero con más sudor y más tiempo de estar dentro de casa en calzoncillos. Solo que, esta vez, agradeciendo el estar dentro de casa y no friéndome al sol en la calle. Las malas noticias son que me saqué el abono trimestral para ir a la piscina municipal y apenas fui dos días.

“Pero ¿por qué no fuiste más a nadar y aprovechaste mejor ese jugoso, jugoso abono?” puede que te estés preguntando. Bueno, resulta que las autoridades sanitarias competentes me sugirieron encarecidamente que me quedara dentro de casa porque me había unido al Club del Covid.

¡No,no me refería a ese club del Covid!

domingo, 6 de septiembre de 2020

¿Quién es Aleksandr Lukashenko y por qué deberías amarlo mucho?

 


A nadie le sorprenderá si le digo que Bielorrusia, tradicionalmente, ha formado parte de Rusia. Su nombre ya lo indica, no quiere engañar a nadie.

Hasta el colapso de la Unión Soviética, Bielorrusia había sido una república socialista más (un país satélite de Moscú, vamos). Después de la Segunda Guerra Mundial, Bielorrusia había quedado tan hecha mierda que no fue difícil colonizar el país, que había perdido más de un cuarto de su población en la contienda, con rusos de toda la vida. De esos que se sientan raro y visten chándal Adidas de dudoso origen.

En 1990 la República Socialista Soviética de Bielorrusia se declaraba país soberano y acortaba su nombre a, simplemente, “República de Bielorrusia”. Y a los cuatro años, cuando parecía que ya le habían cogido el truco a eso de ser independientes, pensaron que era buen momento para elegir presidente que mandara en el terruño.

Tremendo error.

Bienvenidos a mi teoría conspiranoica particular: ¿Es Lukashenko la reencarnación de Miguel Primo de Rivera?

domingo, 19 de julio de 2020

¡Vacaciones!

Vuelve la temporada esa en la que estoy cubierto de pegajoso sudor hasta el punto de repugnarme a mí mismo, por lo que veo correcto tomarme las vacaciones correspondientes. Porque este calor es insoportable para todos.

Me sudan hasta las orejas. En serio. No llevéis cascos en el ordenador en verano.

domingo, 12 de julio de 2020

Petardos y patriotismo: el 4 de julio




La semana pasada fue el Cuatro de Julio y, aunque tenía a medio escribir la entrada, no me dio tiempo de terminarla. Pero este blog es como el cerdo, que se aprovecha todo, y no voy a dejarla perder. Así que estoy escribiendo este pequeño párrafo introductorio como colofón final.

El Cuatro de Julio es a Estados Unidos lo que las fiestas patronales son a un pueblo: gente muy borracha, petardos y parrilladas que terminan con alguien sacando un arma de fuego*. Solo que las cosas en Estados Unidos son ligeramente diferentes porque sus participantes tienen un índice de masa corporal normalmente mayor.

¿Hay algo más americano que esto? Sí, probablemente pegar palizas a negros.

domingo, 28 de junio de 2020

Urbanismo cutre. Hoy: Salton Sea.




No sé si sabréis, pero Estados Unidos es la tierra de los libres. Y a una persona que cree ciegamente en que tiene todo el derecho del mundo a hacer lo que quiera, no le puedes decir “chacho, no hagas eso, que te vas a hacer daño” porque no te va a hacer caso.

Esa es un poco la historia de Salton Sea.

A principios del siglo XX, un hinjeniero cometió un error garrafal al diseñar un canal de irrigación para aprovechar las crecidas del río Colorado. El resultado fue que no se regaron las fértiles tierras del Imperial Valley, sino que se inundaron. Hasta dos años después no se pudo subsanar el error, pero para aquel entonces el caudal del Río Colorado ya había creado un mar artificial en las anteriores llanuras de Salton.

En 1909 se creía que para 1920 el lago ya se habría secado, pero en realidad se convirtió en una fuente de ingresos para los habitantes locales. En 1935 se midió el lago y se estipuló que la profundidad del lago era de 248 pies. Salton Sea no era solamente una enorme reserva de agua, sino que además comenzó a florecer una incipiente industria pesquera (tanto comercial como recreativa). Por no hablar de los deportes acuáticos.

Paradisíaco destino para toda la familia.

domingo, 21 de junio de 2020

¿Qué está pasando a todo el mundo con las estatuas?





El mundo está convulso, la gente está escurriendo el bulto y parece que las estatuas, que no se pueden mover, estén pagando el pato.

Pero, realmente, derribar una estatua es un acto simbólico de rebeldía frente al poder, que al final una estatua no es mas que la gratitud del establishment a un tal o cual personaje. Detrás de cada estatua hay un “eres tan majo que te dejo ocupar un espacio público para que pueda recodarte la gente y cagarte encima las palomas” y derribarla es atacar a todo lo que ha permitido que esté ahí.

El liarnos a martillazos con el pasado no es algo que hayamos inventado en este siglo, es una tradición añeja que lleva con el ser humano siglos. Los romanos ya tenían la sana costumbre de practicar la damnatio memoriae, que no deja de ser destruir la memoria de alguien que no te caía bien, borrando toda mención al susodicho a base de piqueta.


“Dinamita, para cuando un mazo y un cincel no son suficientes” fue el eslógan más pegadizo de Núremberg en 1945.

domingo, 14 de junio de 2020

El torillo a lo largo de la Historia



La entrada anterior no estuvo ni veinticuatro horas hasta que me llegó un comentario bastante airado acusándome de no tener ni puta idea, que mejor hablara de toros. Esos aires de superioridad y ese gusto por faltar me chocaron muchísimo, más cuando Anónimo había comentado ya varias veces con mensajes muy positivos.

Pero, querido Anónimo, ya comentabas en los inicios del blog, y debo corresponder a esa lealtad. Hablemos de toros.

[Se pone una bata blanca] La vaca, en el caso de la hembra, o toro, en el caso del macho (Bos primigenius taurus), [comienza su conferencia ante una aula magna repleta] es un mamífero artiodáctilo de la familia de los bóvidos [pasa a la siguiente diapositiva]. El nombre científico es el que se le asignó al animal vacunonota doméstico europeo y norasiático, un conjunto de bóvidos domésticos descendientes de la subespecie de uro salvaje euroasiático conocida como Bos primigenius primigenius [se gira para anotar algo en una pizarra llena de fórmulas matemáticas] mientras que se denomina Bos primigenius indicus a los cebúes y otras razas bovinas domésticas provenientes del mismo tronco, y descendientes de la subespecie de uro salvaje del Sudeste Asiático, denominado Bos primigenius namadicus [mira por un microscopio y seguidamente asiente con solemnidad]. Se trata de un mamífero rumiante grande y de cuerpo robusto, con unos 120-150 cm de altura y 600-800 kg de peso medio [recibe el premio Nobel de Torología].

Hace miles de años que se pintó este toro, y aun así tiene mejor técnica que cualquiera que pueda dibujar yo.

domingo, 7 de junio de 2020

USA 2020: Electric boogaloo




En primer lugar, quiero hacer una aclaración inicial: solo soy un idiota con acceso internet, como muchos de los otros idiotas con acceso a internet que pueblan la red de redes. No soy analista político ni nada por el estilo, solo soy un historiador en bata con ganas de cachondeo. Dicho esto…
Mientras el resto del mundo está ocupado intentando superar la crisis sanitaria que ha producido el coronavirus, Estados Unidos está sumido en una especie de sidequest muy chunga, relativa a guerras raciales y disturbios urbanos. Como si en vez de atajar el problema hubieran puesto el himno nacional a toda potencia y comenzado a gritarle a Dios que son americanos, que se lo pongan más difícil porque pueden con todo.

Trump está demostrando que no tiene saber político, y que ante un problema solo sabe hacer lo que ha hecho toda la vida: abrirse paso a codazos, con fuerza bruta. Lejos de sofocar los fuegos que van surgiendo, lo que está consiguiendo es que EEUU esté sumido en una constante mala prensa internacional debido a sus malas formas y amenazas, tanto en política nacional como en materia internacional.

Mira que serpiente más gracio... ¿Que representa QUÉ?

domingo, 31 de mayo de 2020

El movidote del año 1000




El año mil, además de ser un año muy redondo y bonito para la gente con TOC, fue un año de efervescencia cultural y miedo a partes iguales para la gente de la Edad Media. A la gente le entró una obsesión con que iba a ser el Fin de los Tiempos, que la iban a palmar muy fuerte y que lo mejor que se podía hacer era caerle bien a Jesucristo para que te guardara huequito en la cola de entrada al Cielo.

No fue ninguna enfermedad ni una amenaza que viniera del exterior. Fue la doctrina cristiana la que empezó a predicar que con el aniversario de los mil años de la venida de Jesucristo, el combate definitivo del Bien contra el Mal y, finalmente, el Juicio Final. Esta idea se basaba en interpretaciones del libro del Apocalipsis, del que no voy a citar literalmente para no ser farragoso pero incluye conceptos como “Satanás se librará de su encarcelamiento de mil años”, “caer fuego del cielo”, “estanque de fuego y azufre” y “los muertos resucitarán para comparecer frente a Jesucristo, quien los juzgará por sus obras”.

Si algo le gusta al cristianismo es un buen apocalipsis que haga borrón y cuenta nueva. La moral cristiana está DESEANDO que Dios se dé cuenta que la Creación se ha descontrolado y haga un Alt+F4 en toda regla. Yo lo estoy deseando y parece que mi misma opinión la compartían un porrón de señores y señoras medievales.

- Lo siento, señora, no tenemos ninguna mesa libre.
- Oiga, soy Herminia Pérez, y estoy aquí en la lista.
- Cariño, por favor, no montes otro numerito y deja trabajar a San Pedro.
- ¡Voy a valorar el Cielo con una estrella en Tripadvisor!

domingo, 24 de mayo de 2020

Venga, pongamos fin a mi primera cuarentena




Esta será la última actualización que escriba sobre la pandemia. Este será el último fin de semana que leeréis sobre el confinamiento antes de volver a la nueva normalidad en este blog. Si me veo obligado a salir de casa a hacer cosas de persona adulta, es que la enfermedad ya ha terminado, y por lo tanto no tiene sentido que siga escribiendo sobre algo que no existe. Como, por ejemplo, los Tarte- [se lo llevan a rastras mientras grita y patalea].

Según el esquema que tengo aquí apuntado en un trozo de papel apenas usado, tengo que hablar de cómo la lían los madrileños. Así que empecemos por hablar de cómo le diseñas a un madrileño una fase especial (la pase 0,5) porque no le puedes pasar a la fase 1 pero se está poniendo muy pesado con eso de salir de la fase 0.

Pero es que le das un poquito de libertad y te montan una manifestación en coche (¡en coche!) por el centro de la ciudad. Como si echaran de menos la boina negra de contaminación que tiene siempre la ciudad y se esforzaran muchísimo en recuperarla cuanto antes después de que el aire se hiciera respirable porque durante el confinamiento nadie se movía de casa. No como ahora, que estamos a punto de entrar en la fase 2 y la calle parece un hormiguero.

La manifestación era algo así pero con menos bailes y más banderas de España.

domingo, 17 de mayo de 2020

Espera, que a lo mejor hay una posibilidad de que se alargue mi primera cuarentena




Es una pena que, después de saber que la fauna había invadido las calles y parques que antes estaban reservados a los humanos, ahora cuando pueda salir lo máximo que pueda ver es un perro paseando sin correa. Me esperaba algo más interesante, que como diría el doctor Ian Malcom, “la vida se abre camino”, siempre. Solo que a mí me ha tocado ver como se abre camino las formas de vida más anodinas del mundo.

Me he dado cuenta que, definitivamente, la era de los aplausos en el balcón a las 20:00 ha terminado. Las verbenas vecinales han tocado a su fin y, aunque ya no molestan tanto, es curioso cómo se han olvidado de todo el espíritu absurdamente optimista y buenrollista de principios de la pandemia.
Pero el dar las gracias a los sanitarios, el dejar de hacer la compra para los vecinos ancianos, no ha acabado por desgaste o por llevar dos meses confinados, no. Ha acabado porque ahora ya podemos salir libremente a la calle. Ya es oficial, la Fase 1 ha matado la gratitud y ahora volvemos a barrer cada uno para su lado.

El coronavirus cambió todo, pero solamente por unos meses. Justo el mismo tiempo que pasamos con miedo hasta que vimos que no nos contagiábamos. Ese fue el momento en el que la gente dejó de estar encerrada en sus casas y empezó a comportarse como se la sudara todo.

Los balcones han vuelto al principal uso para el que fueron diseñados: seducir y matar guiris borrachos.

domingo, 10 de mayo de 2020

Rebañando los últimos días de mi primera cuarentena




La nueva normalidad se parece mucho a la vieja ¿eh? se parece dolorosamente a la vieja. Veo a gente paseando de la mano, niños jugando en la calle, niños corriendo en la calle y, como vivo en un pueblo, tengo que estar diciendo cada dos por tres “¡distancia de seguridad!” a toda la gente que viene a darme dos besos.

Lo cierto es que ahora que la gente está en la calle, los aplausos en los balcones ya no son tan importantes. Cuando puedes pasear el espacio abierto que era el balcón te resulta pequeño. Y cuando puedes hacer vida normal parece que lo de aplaudir a los sanitarios como que ya es cosa del pasado y que ya no lo necesitas como excusa para tener contacto humano.

Ahora que ya podemos salir a la calle, los perros ya han dejado de ser objeto codiciado.

domingo, 3 de mayo de 2020

Puede que se esté acabando mi primera cuarentena




Parece que esta será la última o penúltima entrada de cuarentena que vais a leer. Han sido unas semanas muy bonitas, he tenido muchas esperanzas de poder salir a saquear y sembrar el terror, pero se ha hecho lo que se ha podido. La lista de tiendas y objetos que quería robar mientras durara el caos no ha podido ser completada, pero se quedará guardada en el cajón de los planes futuros, esperando a la siguiente pandemia.

Es indignante que empezara la cuarentena con abrigo largo y ahora esté escribiendo esto en calzoncillos, porque hace demasiado calor al lado del ordenador. Cuarentena ¿por qué me has robado esos momentos en los que puedo salir a la calle con una simple chaqueta? Como dice la canción: ¿quién me ha robado el mes de abril?

Pero bueno, que no me quejo porque mi casa es mi zona de confort, que suficiente me he esforzado en crear mi sanctasanctórum en el que sentirme protegido. Un sanctasanctórum que, por cierto, en su estado natural produciría fuertes embolias cerebrales a Marie Kondo: la principal cualidad estética de mi refugio personal se basa en apilar cosas sin orden aparente (aunque luego, cuando necesito algo, me pegue buscando horas).

Yo cuando acabe la cuarentena y me vea obligado a salir de casa.

domingo, 26 de abril de 2020

¿Por qué esta la calle petada de gente si es mi primera cuarentena?




Lo primero que quiero decir esta semana es que siento muchísimo haber dicho la semana pasada que ya podían salir los niños a la calle. Por lo visto es ESTA semana y no la ANTERIOR semana cuando hordas de personas que aun no han conocido la pubertad podrán adueñarse de las calles y sembrar el caos. Que a mi realmente me da igual, que hace tiempo que dejé de tener 14 años y soy más de interior que un ficus benjamina.

De esta forma los niños se unen a otros colectivos privilegiados que pueden gozar de libertad, como los repartidores o la gente que tiene perro. Yo ya estoy preparando frases para gritarles a los niños, como “tus padres no te quieren” o “los Reyes Magos no existen”. Increpar a los niños puede ser mi próximo hobby, bajo la falsa excusa de que envidio su libertad, claro. Pero vamos, que auguro que veremos a gente mayor quitándose una década en el DNI para poder salir a la calle con un juguete.

Mira, este domingo día 26 se puede sacar esta foto para explicar cómo se ha comportado la gente.

domingo, 19 de abril de 2020

Joder, sigue siendo mi primera cuarentena






¿Os acordáis cuando se podía salir a la calle? Cuando el viento nos acariciaba la piel, los niños gritaban en los parques, no mirábamos con envidia a los que paseaban perros y Madrid tenía una cúpula de contaminación que mantenía a los madrileños dentro de su ciudad.

Ahora mismo podría hacer un montón de chistes sobre el éxodo madrileño, que parece que odiarles es la moda. Pero no lo haré. Porque tengo amigos madrileños que no se merecen eso. Y porque ya se han hecho todos los chistes habidos y por haber en Twitter, y hacerlos aquí sería repetir y repetir lo mismo.

Ser odiados por el resto de España es el precio que pagó Madrid por tener tan deliciosa agua.

domingo, 12 de abril de 2020

Resulta que sigue siendo mi primera cuarentena





Hola, página en blanco. Soy yo. Otra vez.

Sé que hace mucho que no hablo de cosas históricas en el blog, pero me hice la absurda promesa de que no hablaría de cosas históricas durante la cuarentena. Esa promesa tenía sentido cuando en teoría íbamos a estar un par de semanas sólo, y pensaba que serían un par de semanas de monólogo absurdo y chistes baratos, pero resulta que no. Podría dejar de hacerlo, pero rompería mi promesa. Y como hombre con un código moral del siglo XIX que soy, el honor lo es todo. ASÍ QUE LA PROMESA SIGUE EN PIE.

Es posible que te hayas dado cuenta, si eres uno de esos hackers que me espían a través de la webcam, de que paso mucho tiempo delante del ordenador. Esto es porque, en ausencia de luz solar, he decidido que la pantalla del ordenador suplirá la carencia de luz natural. Ah, ya noto como el futuro ciberpunk se va acercando cada vez más a mi vida diaria. Pronto llegarán los mejoras biónicas chulas.

Ojalá poder ir a comprar el pan el coche para sentirme así en la carretera.

domingo, 5 de abril de 2020

Oye, ¿Por qué sigue siendo mi primera cuarentena?



¿Os acordáis de cuando para estas fechas había una cosa que se llamaba “Vacaciones de Semana Santa”? ¿Os acordáis de lo inocentes que éramos y esperanzados que estábamos? No sacar a los santos porque llueve ahora parece un capricho infantil, una excusa barata para no salir de casa porque te da pereza ir de procesión. Quiero decir, lo peor que te puede pasar si llueve es que te mojes, pero con el coronavirus por las calles a lo peor la palmas. Y morir es bastante peor que mojarse, por lo menos en mi escala de valores.

El confinamiento va genial. Sigo saliendo a la terraza, pero ya no tengo que gritar a nadie porque se han debido de dar cuenta que va para largo, y se han cansado hasta ellos mismos de escuchar las mismas canciones en bucle todo el rato. Eso sí, el “Resistiré” de las 20:00 es puntual, como siempre.

Volviendo de comprar cuatro cosas en el Mercadona.