USA 2020: Electric boogaloo

En primer lugar, quiero hacer una aclaración inicial: solo soy un idiota con acceso internet, como muchos de los otros idiotas con acceso a internet que pueblan la red de redes. No soy analista político ni nada por el estilo, solo soy un historiador en bata con ganas de cachondeo. Dicho esto…

Mientras el resto del mundo está ocupado intentando superar la crisis sanitaria que ha producido el coronavirus, Estados Unidos está sumido en una especie de sidequest muy chunga, relativa a guerras raciales y disturbios urbanos. Como si en vez de atajar el problema hubieran puesto el himno nacional a toda potencia y comenzado a gritarle a Dios que son americanos, que se lo pongan más difícil porque pueden con todo.

Trump está demostrando que no tiene saber político, y que ante un problema solo sabe hacer lo que ha hecho toda la vida: abrirse paso a codazos, con fuerza bruta. Lejos de sofocar los fuegos que van surgiendo, lo que está consiguiendo es que EEUU esté sumido en una constante mala prensa internacional debido a sus malas formas y amenazas, tanto en política nacional como en materia internacional.

Mira que serpiente más gracio... ¿Que representa QUÉ?

Existe una larga tradición en EEUU de fuerzas paramilitares. Amplios sectores de la ultraderecha ven al Estado como algo que terminará colapsando, por lo que la iniciativa individual terminará supliendo ese hueco en el hipotético caso de colapso. La pervensión individualista estadounidense de que “solo uno mismo puede protegerse a uno mismo” es el máximo exponente de movimientos como los preppers, que no son tanto personas que se preparan para el fin del mundo, sino gente que se preocupa de sobrevivir un lapso de tiempo por sus propios medios porque duda que el gobierno pueda responder con eficacia a los desastres.

En los años 80 era el temor a una invasión soviética, pero el colapso del bloque comunista sustituyó ese miedo por teorías conspirativas: masones, sionismo en la sombra, helicópteros negros… y la creciente polarización social que ha caracterizado a la política de Trump está haciendo que los sueños húmedos de muchos colgados paramilitares que buscan su particular ordalía de fuego mediante el combate. El ejército en las calles, represión policial brutal, manifestaciones violentas y saqueos… desde luego, parece que alguien haya hecho un listado de elementos necesarios para que estalle una guerra civil.

Cuando esperas demasiado a detonar una guerra civil y el coronavirus ha hecho estragos en tu país.

Mientras que en España el monopolio de la violencia lo sigue sujetando firmemente el estado, el libre acceso a las armas de fuego hace que no esté tan clara la situación en Estados Unidos. Dicho de otra forma, es raro que estalle una Guerra Civil en España porque si la policía dispara a la gente no puedes devolverles el fuego, en Estados Unidos, por el contrario, si un policía te dispara con su pistola reglamentaria le puedes hacer albóndigas con tu AA-12. Es una especie de glorificación de nosequé enmienda de la Constitución.

Lo cual nos lleva al principal tema de esta semana. Hooligans que odian al Estado por una parte y masas revoltosas que odian al Estado por otra parte, ambos contendientes armados. Es obvio que en estos momentos se están juntando el hambre con las ganas de comer, y son precisamente esos liberales acérrimos los que han acuñado el concepto “boogaloo” relacionándolo con una guerra civil que bebe UNA BARBARIDAD de la idealización de una segunda Guerra de la Independencia americana.

El tricornio no es el reglamentario de 1775.

Electric boogaloo es un meme que se refiere a la segundas partes y del que se han adueñado los guerracivilistas estadounidenses. Surge en los años 80 con una secuela sacada deprisa y corriendo para exprimir billetes, “Breakin' 2: Electric Boogaloo”, de la cual os recomiendo no buscar imágenes en google para evitar una embolia ochentera. Utilizando el argot, básicamente estás diciendo “Guerra Civil americana 2: el regreso”. 

Los Boogaloo Bois son jóvenes que no han vivido una guerra y han crecido entre Call of Dutys, los autores del concepto "claymore roomba". De hecho,  uno de los símbolos más extendidos es utilizar festivas camisas hawaianas porque para ellos una guerra civil es algo deseable, una forma de acabar con el Estado que les oprime y sanear el país.

En definitiva, la Guerra Civil Americana 2.0 se aleja de la estética paramilitar, los camuflajes y la seriedad marcial. Abraza muy fuerte la estética ecléctica del freedom fighter, el guerrillero americano idealizado que lucha por que Estados Unidos pueda seguir siendo la tierra de los libres.