domingo, 18 de octubre de 2015

Perdemos la conexión

Voy a tener que dejar de escribir durante unas semanas. La fecha límite para presentar el Trabajo de Fin de Master es el 1 de diciembre y necesito todo el tiempo que pueda para dedicárselo  a ese bastardo exigente.

Puede que escriba alguna entrada, pero no puedo garantizar la regularidad semanal que intento cumplir de normal. Por Facebook seguiré subiendo alguna fotillo o algo rápido, para que sepáis que sigo vivo, mayormente.

No quiero colgar el cartel de “cerrado”, prefiero colgar el de “vuelvo en 5 minutos”. Pero no un “vuelvo en 5 minutos” de Antena 3, que ya sabemos cómo acaban sus vacías promesas de que la película que estás viendo reanude la trama.


Espero que me podáis perdonar, pero en diciembre volveré. Como los turrones, polvorones y la lotería.


lunes, 12 de octubre de 2015

Tu también puedes sentirte como un rey en Mesopotamia



Uno de los axiomas que nos repiten a los historiadores durante toda la carrera es que “la Historia Comienza en Sumer”. No es que haya empezado a mezclar idiomas y que la Historia empiece en verano (a excepción de la historia de este blog, que empezó un verano especialmente aburrido), es que la escritura nace en Mesopotamia. Sin escritura no hay Historia, lo que hay es prehistoria. Y a nadie le gustan  un montón de mancebos cubiertos de pieles y con nulas capacidades de expresión artística.

Allá por el 3000 a.C. (5000 años antes de la vida moderna) Mesopotamia era un hervidero de cosas guays y tipos pintorescos. En esa zona aparecieron las primeras sociedades estatales, entendiendo el estado como una colaboración entre ciudadanos para crear una sociedad con roles especializados. Quizá estoy siendo demasiado farragoso, así que lo explicare de otra forma: en una sociedad tribal, tú podías matar a tu vecino y quedarte con sus tierras y lo máximo que podría ocurrir es que sus familiares directos clamaran venganza. Con la creación del estado, no sólo podías defenderte de ataques de otros individuos sino que podían imponer castigos legales.

Pero no todo era color de rosa, porque estas sociedades eran tremendamente supersticiosas. Los ejecutores y redactores de las leyes no eran abogados ni nada parecido, eran sacerdotes de dioses que, digamos, no iban sobrados ce compasión. Los dioses mesopotámicos eran implacables y crueles, nada que ver con los dioses simpáticos de los egipcios o con los futuros dioses griegos, llenos de defectos humanos.

Hammurabi después de haber bajado de su longboard y haber tirado el vaso del Starbucks que se acababa de beber

domingo, 27 de septiembre de 2015

La Guerra de las Rosas: una primavera de hostias



La Guerra de la Rosas es un bonito nombre que se le dio en el Romanticismo a una lucha de pandilleros británicos por el trono que monopolizaba la dinastía Plantagenet. Las políticas matrimoniales de finales de la Edad Media eran muy complejas y, para ahorrar tiempo, diremos que la endogamia que llevaba gestándose siglos había conseguido que dos familias diferentes tuvieran reclamaciones sobre el trono de Inglaterra.

A su vez, el rey que ostentaba el trono por aquel entonces, Enrique VI, era una especie de Carlos II pero algo más espabilado. Pese a todo, era un rey muy impopular que se había rodeado de gente aún más impopular que él. Si sumamos un rey débil, unos consejeros impopulares y una familia de advenedizos que quieren  conseguir el trono, nos encontramos con una mezcla explosiva.

Las diferentes familias de nobles se posicionaron con uno o con otro bando en función de con quien estaban casadas sus hijas y/o parientes cercanos. Al principio las acciones hostiles eran las propias de inocentes pandilleros cabreados: que yo te incendio una aldea tuya, que tú me emboscas a mi caballero antes del torneo, que yo destruyo un silo de grano antes del invierno… cosas que hacen estos educados ingleses, vamos.

XVIIª convención de Amigos de la Floricultura, listos para charlar amigablemente sobre rosas.

domingo, 20 de septiembre de 2015

El humor de los años 20: haciendo comparativamente buenos a los de tu cuñao desde hace casi 90 años



Yo sigo con mi labor investigadora en el Archivo Provincial, chupándome números y números de periódicos de los años 20. Lo de pasarte la mañana leyendo noticias de hace casi 100 años no es que sea la mejor razón por la que levantarse por las mañanas, y ahora he de reconocer que las sábanas pesan más de lo que pesaban en agosto, pero por lo menos encuentras alguna joya de vez en cuando.

Tengo más ejemplos de la cultura de los años 20 esperando a que los suba. Ejemplos de anuncios y de noticias que no pensaríamos encontrar en un periódico serio actual por lo mucho que ha avanzado el periodismo y la cultura en general. Pero ese material me lo reservo para futuras semanas porque aún puedo encontrar más “tesoros” que añadir a la colección.


Hoy os traigo la segunda remesa del festival del humor que celebré hace dos semanas. Y espero que lo disfrutéis. O por lo menos, que vuestro sufrimiento sea breve y alguien tenga piedad de vosotros. Ya me arriesgo yo a que se me derrita el cerebro por vosotros. El camino de la investigación es así de peligroso y salvaje.

Nota: la calidad de los chistes mejoran si de fondo escuchas esto



Chiste de gracia intachable
- No puedo más, hijo mío
- Ya decía yo que te verías negro para subir la cuesta

Comentario personal: Menos mal que ya dice que es un “chiste de gracia intachable“, porque de lo contrario no me habría reído. No está a la altura de las expectativas. Lo cambiaría por otro si no hubiera tirado el ticket.

domingo, 13 de septiembre de 2015

La última aventura colonial de España: la Guerra de Marruecos



La última guerra en la que se metió España fue la Guerra de Marruecos. La Guerra Civil no cuenta, porque todo quedó entre amigos y las misiones “humanitarias” y de paz tampoco, porque a nadie le gusta admitir que eso es una forma de guerra. Estoy hablando de guerra-guerra. De que el rey pensara “joder, la he cagado y ahora estamos en guerra con esos capullos”.

España había salido de la guerra contra Estados Unidos bastante trasquilada. Las últimas colonias de ultramar se habían perdido y lo único que le quedaba a España era un intenso dolor de culo donde EEUU le había pegado una patada bien fuerte. Era lo que todos conocemos con el pintoresco nombre de “el desastre del 98”.

He de decir que la historiografía actual coincide que no fue tan “desastre” en términos socioeconómicos porque nos quitamos de encima una guerra que lastraba nuestro reserva monetaria y que era tremendamente impopular en la sociedad del momento. La tradicional frase de abuela “más se perdió en Cuba” continuaba diciendo “y vinieron cantando” (pero pocas personas se acuerdan de ello). Lo cual quiere decir que el desastre del 98 fue un desastre en lo relativo a la cultura y el mundo militar.

La única forma de tomarse en serio el poder colonial español: llamarlo Kolonialtruppen. Porque todo en alemán queda mucho más serio y militar.

domingo, 6 de septiembre de 2015

El humor de los años 20: reír por no llorar


Los años 20 son fascinantes y tienen de todo: crisis económica, ruptura cultural, conservadurismo, dictadura, vanguardismo y muchas otras cosas más que se mezclan creando una cosa bien rara. Y el humor no podía ser menos.

El humor de los años 20 es malo. Pero malo, malo. De reírte de lo jodidamente malo que es el chiste. Pero pese a todo, tiene el encanto inocente que puede tener un niño contando el chiste del perro Mistetas. En lo que llevamos de tiempo, el humor se ha refinado muchísimo en todos los sentidos: se han creado los bocadillos de texto, las viñetas se han hecho más dinámicas, se he mejorado la narrativa visual…

Enfín, que los chistes de los años 20 son lo peor que te puedes encontrar en lo que a humor se refiere. Pero a pesar de ello, hay que quererlos igual porque se esfuerzan en hacer reír al lector y al final de cada viñeta parece que pueda ver al autor preguntándome “este era bueno ¿eh? ¿a qué te has reído? ¿si?” mientras niego fatalistamente la cabeza.


Como probablemente no me creáis, aquí os pongo algunos ejemplos:

El veraneo se acerca
- ¡Por Dios, "Lorenzo" apiádate de los que se quedan

Comentario personal: Paren las rotativas, interrumpan el informativo veraniego. Según los últimos estudios, en los años 20 también hacía calor en verano. No hace falta que repitan el mensaje cada agosto, gracias.

lunes, 31 de agosto de 2015

Luis II de Baviera: cuando los frikis tenían el poder



Agosto está llegando a su final, pero parece que se quiere despedir por todo lo alto. A pesar de que he cambiado mis tradicionales “tés del domingo” por novedosos “tés helados del domingo” y pese a los esfuerzos por mantenerme fresquito gracias a una combinación de ventilador y aire acondicionado, es inútil. Hace calorazo.

Pero no he regresado de vacaciones para deciros el mucho calor que hace, que para eso ya están los informativos de sobremesa. Vuelvo de vacaciones, que ya es hora, para hablaros de Luis II de Baviera.

Conforme más voy sabiendo sobre la cultura alemana, más me voy dando cuenta de que Alemania es a Europa lo que Japón es a Asia, pero sin la parte moñas. Ambos tienen un idioma raro y difícil, son meticulosos y eficientes, tienen un desprecio innato por lo extranjero y también disfrutan de un pasado totalitario bastante molón del que no hablan. Por no hablar de que ambos países son los principales exportadores de gustos sexuales turbios.

Pero una de las cosas que a lo mejor pasan desapercibidas es que Alemania, al igual que Japón, también tiene un buen número de excéntricos habitantes. Y uno de ellos llegó incluso a reinar, como Luis II de Baviera.

Luis II de Baviera. Monarca y poseedor de un pelazo desigual y perturbador.

lunes, 10 de agosto de 2015

Vacaciones de verano ¿otra vez?

Me voy de vacaciones, Vosotros os preguntaréis "¿playa o montaña?" yo os contestaré: archivo.

Por Facebook intentaré publicar alguna chorrada para que no me echéis mucho de menos. Dadme un par de semanicas para recuperarme


lunes, 3 de agosto de 2015

Ese triste Amadeo de Saboya



Uno de los reyes que más ternura me inspiran de toda el elenco de la realiza española probablemente sea Amadeo de Saboya.  Aunque solo sea por todas las veces que he rimado, con escaso gusto ni métrica, con su apellido siendo un adolescente imberbe.

Amadeo de Saboya, además de tener un apellido de archiconocida rima era el hijo de Víctor Manuel II, rey de Italia desde 1861.  La casa de Saboya era una de las familias nobles más prestigiosas de la Europa del Momento: estaba emparentada con Carlos III de España y la unificación italiana llevada a cabo por el reino de Piamonte le había hecho ganar popularidad. En pocas palabras: Amadeo de Saboya era un niño pijo.

Pero pese a ser un niño pijo, no era mala persona. Solamente una persona triste y gafe que salió elegido rey de un país en el que nadie le quería. A pesar de la buena voluntad que puso en la gobernación del país, el panorama político le daba la espalda y luego le enseñaba el culo. Pero ¿cómo llegó a ser rey?

Irónicamente, mediante unas elecciones. Si, que eran unas elecciones en el siglo XIX y ese siglo no se  caracteriza por su limpieza en las urnas, pero unas elecciones al fin y al cabo. Lo peor de todo no es que ganara el bueno de Amadeo, sino que si el ganador era odiado por casi todos… ¡cómo serían los que perdieron!

De los creadores de "¿Culo o codo?" llega "¿Amadeo I o Joaquín Costa?"

domingo, 26 de julio de 2015

Prora D'or, stadt de vacaciones



Hace dos semanas hablaba de una novela, luego alabé el estilo arquitectónico de una estación abandonada en mitad de los Pirineos y ahora voy a volver a hablar de arquitectura. Estamos culturales este verano.

El nazismo me parece un movimiento político muy interesante y...

Bueno, antes de que empecéis a llamar a Nuremberg, tengo que concretar un par de cosas:

1) El nazismo me parece un movimiento político muy interesante pero alejado de mis concepciones políticas

2) Personalmente, no me gusta pensar en los nazis como el antagonista malvado que la cultura popular nos ha dibujado, soy más de las tesis de Hannah Arendt de la “banalidad del mal”: los nazis no fueron monstruos sádicos, solo personas con una ideología política genocida y agresiva a los que se les dio carta blanca para hacer lo que quisieran.

Sin duda alguna, el alemán mas jodidamente hijo de puta de todos los tiempos fue el asesor de imagen de Hitler.

Para los que no sepáis de qué va el libro de Hannah Arendt “Eichmann en Jerusalén”: narra el proceso judicial por parte del estado de Israel contra Adolf Eichmann, uno de los responsables de la famosa “solución final” contra los judíos. Arendt afirma que Eichmann no era una persona de excepcional maldad, que solamente era un miembro patético del partido nazi que solamente estaba obedeciendo órdenes. A lo largo del juicio se demostró que Eichmann no era una persona demasiado inteligente, que necesitaba la aprobación de terceras personas para sentirse realizado y que a duras penas se había integrado en la vida laboral y social antes de su militancia en el partido nazi.

domingo, 19 de julio de 2015

Burgueses franceses, señoritos españoles y nazis en Canfranc



Hay lugares de España que son mágicos. Y si no creéis en la magia, por lo menos podéis admirar la poética decadencia de una de las mayores estaciones de ferrocarril del siglo XX español.

Estoy hablando de la Estación Internacional de Canfranc, ejemplo de la grandeza de tiempos pasados. La estación en sí es un edificio magnifico de características clasicistas y estética francesa. En la construcción se emplearon materiales modernos, como el cristal, el cemento o el hierro; que hoy no nos pueden impresionar porque estamos hartos de ver bloques de pisos hechos de esos materiales pero que en la época era toda una novedad para un pueblecito perdido de los Pirineos.

Actualmente es una de los edificios abandonados más bonitos de España ya que la estación cerró sus puertas tras un accidente ferroviario en el lado francés del túnel que conecta la estación con la red de ferrocarriles franceses. Personalmente pienso que es una lástima que uno de los edificios más emblemáticos de la estética de los “felices años 20” esté tan infravalorado por los gobiernos español y francés.

Si no te gusta la romántica decadencia de la estación de Canfranc no te preocupes, guardaré un minuto de silencio por la muerte de tu sentido de la estética

domingo, 12 de julio de 2015

Sin novedad en el frente [review literaria]



Ha llegado el veranito. Lo noto por esos abrasadores 50 grados al sol que ha habido en la calle en la que vivo. 

No sé por qué, pero en los sitios culturetas (véase Fnac y similares) empiezan a suponer que vas a tener mucho tiempo libre para leer libros. A montones. A destajo. Como si tu cerebro se mantuviera a una temperatura agradable y fresca mientras tu cuerpo se derrite. Empiezan a frotarse las manos mientras te recomiendan lecturas y lecturas estivales.

Lo cual me recuerda sospechosamente a cuando era pequeño y me mandaban cuadernillos de verano para joderme mis vacaciones. Así que yo, Lord Timothy Worsworth-Moriarty III, en un alarde generosidad, haré algo parecido: recomendar libros buenos. Ahora, una vez he acabado de escribir, me doy cuenta que he podido ser demasiado serio con el texto así que compensaré con las fotos.

El recluta Otto, porque en todos batallones tiene que haber un soldado "especial"

sábado, 27 de junio de 2015

¿Vacaciones?

No, conferencias.

Mañana domingo no habrá actualización porque estaré viajando a un ciclo de conferencias en Satan-der. Movidas de historiadores tope tochas de explicar.

Y el día 5 tampoco porque me estaré recuperando de una semana de congreso pudrecerebros.


domingo, 21 de junio de 2015

La arqueología experimental es la poll*



La semana anterior hablé de lo mucho que odio la Edad Moderna. Hoy, para equilibrar el cosmos, hablaré de algo que me encanta: la arqueología.

El pegarme de sol a sol cavando con un pico y una pala a lomo caliente me pone. Eso si, sólo si debajo hay algún resto de acción humana, nada de trabajar en una obra o similares, que uno no ha estudiado para acabar de albañil. Y aquí debo citar a un profesor que, después de quejarnos un poco sobre lo cansado que era ser arqueólogo nos contestó “haber estudiado”.

Pero hay algo más excéntrico que un grupo de personas con una camiseta que pone “Fiestas de Logroño 1986” y lleva unos pantalones con más rotos que tela. Que además se plantan en medio del monte con carretillos, picos, palas y otros instrumentos. Que también son vistas con una mezcla de risa y alarma por los labriegos autóctonos.  Probablemente te estés preguntando qué puede ser la digievolución de semejante troupé de tipos raros. Y yo te responderé: la arqueología experimental.

- Tío, ¿sabes que sería divertido? que nos dieran becas por jugar con estas cosas
+ Habrá que inventarse algo que suene lo suficientemente rinbombante

domingo, 14 de junio de 2015

Odio la Edad Moderna



Odio la Edad Moderna. Cada vez que me preguntan ¿Por qué estudiaste Historia? , y yo tengo que responder, Porque me gusta la Historia me entran ganas de puntualizar: Porque me gusta la Historia, menos la Edad Moderna.

Hala, ya lo he dicho. Ya puede venir la KGB de la Historia a visitarme.

Me parece un periodo que se cree demasiado guay como para no querer juntarse con la Edad Media pero lo insuficientemente desarrollado como para ir con la Edad Contemporánea.

Yo creo que la Edad Moderna es la típica vieja de pueblo que te dice “huy, no vayas con esa, que no es trigo limpio” cuando te pones a estudiar medieval. Solamente por malmeter. A estas alturas, si algún profesor de Historia Moderna me está leyendo, ya le habrá dado un ictus y una embolia mientras balbucea “pero si sacaba buenas notas en Historia Moderna…”. Todo teatro. Sólo fingía para aprobar.

- Colón, date prisa, que vamos a coger el embotellamiento en la salida a América y los niños tienen que ir al baño

domingo, 7 de junio de 2015

Un día de playa cualquiera de 1944


Ayer se cumplieron 71 años del Desembarco de Normandía, que ya son un buen puñado de años.

Era el 6 de junio de 1944 y los Aliados querían playita, algo comprensible viendo las playas de mierda y niebla que tienen los ingleses. Pero estaban demasiado vagos como para irse al Mediterráneo a ponerse ciegos de alcohol y balconing. Así que Churchill dijo de irse a las playas de Francia a dar un paseíllo, que bautizaron con el rimbombante nombre de Operación Overlord.

El problema es que por aquel entonces Francia estaba bajo la “tutela” alemana. A los franceses les encanta el mito de la resistencia, pero lo que es verdad es que en Francia tuvieron una gran acogida los invasores nazis y el colaboracionismo fue habitual hasta que Alemania empezó a perder la guerra.

En cualquier caso, los americanos ya se habían pedido las playas de Italia el año anterior y Francia tampoco estaba tan mal ¿no? No. Calais, aunque era la zona más cercana a Gran Bretaña, quedó desestimada en favor de Normandía porque esta última era más fácil de invadir. Puede que fuera porque es una tierra con menos ríos que permitía marchar rápidamente hacia el puerto de Cherburgo y hacia Paris. O puede que simplemente lo votaran a mano alzada y ganara Normandía. Yo que sé, tratándose de ingleses te puedes esperar cualquier cosa.

1944 tenía esos gráficos

domingo, 31 de mayo de 2015

Vikingos: El cani escandinavo de la Alta Edad Media (II)



Hay una cosa que se me quedó en el tintero el otro día que hablamos de los vikingos.

De la misma forma que ahora se recrean vikingos, dentro de mil años se recrearan a las bandas de albanokosovares que se dedican a robar en verano. Unos saquean las costas del Atlántico, otros tu segunda residencia en la playa. Si ven resistencia unos te venden esclavos y cosas que hayan saqueado y otros son el que viene a mirarte el contador del gas pero tiene un acento algo extraño. Lo mismo son.

Pero hay que reconocerles que sabían joder a la gente. No es un incordio como una invasión de toda la vida, que sabes que si la rechazas tus contendientes van a estar lamiéndose las heridas un buen tiempo y/o mirándote mal desde el otro lado de la frontera de tu reino. No, los vikingos llamaban varias veces a la puerta de tu casa. Muy fuerte. Con un hacha.

Daba igual el mes que fuera, siempre había excusa para hacer una incursión en las islas británicas. Puede que fuera invierno y los vikingos se aburrieran de helarse el culo en un país que alterna frío y oscuridad con aun más frío y oscuridad. Puede que fuera época de cosecha y al estar todo el mundo en el campo fuera más fácil de saquear y robarles a las mujeres. Puede que, por el contrario, se hubiera pasado la cosecha y los graneros estuvieran repletos de comida saqueable. Puede que simplemente los vikingos tuvieran ganas de bronca y tu tuvieras pinta de pringao.

Me he permitido hacer esta pequeña infografía de la función de las distintas zonas de un castillo durante un ataque vikingo

domingo, 24 de mayo de 2015

Pongámonos serios. Hoy: El ISIS



Esto lo estoy escribiendo con antelación, porque la entrada se subirá en domingo, habré ido a votar y estaré siguiendo tan de cerca los resultados electorales que no me quedaría tiempo para escribir. Y porque acabo de leer que el ISIS al final se ha quedado con la ciudad de Palmira.

¿Os acordáis de la época de antes del ISIS? Era la década de los 2000,  comenzaban sitios como Facebook y Youtube, George Bush hacia lo que le permitía su limitada inteligencia, las “vacas locas” y la “gripe aviar” eran el “ébola” de aquellos años, el Prestige se hundía en Galicia y yo aún iba al instituto. Era una etapa que se abría con el atentado terrorista más espectacular sufrido  hasta la fecha. Los 2000 fueron la década dorada de Al Qaeda.

Ah... los locos 2000'

Al Qaeda había estado financiada en tiempos por EEUU, ya que en la socipolitica de finales de la guerra Fría les venía bien para dar mal a los intereses de la URSS en Afganistán. Por lo menos hasta que algún iluminao le dio por usar la misma táctica para acabar con el malo malísimo que era Bashar al-Asad. Por aquel entonces, a principios de la década de los 2010, al-Asad era un tirano que asesinaba a su pueblo y los que se enfrentaban a él eran valientes milicianos.


domingo, 17 de mayo de 2015

La relevancia socieconómica de las mujeres públicas en la Edad Media (putillas medievales)



"Hey, ¿qué clase de fiesta es ésta? ¡No hay alcohol y sólo se ve una furcia!" 
- Bender, Futurama

La prostitución es conocida popularmente como “el oficio más viejo del mundo” y nunca ha existido en la Historia una discontinuidad provocada por la Edad Media.

Sí, se que es difícil creer que frente a una sociedad en la que los teólogos de la Iglesia llamaban a la castidad, se crease una prostitución institucionalizada por los órganos de poder de las ciudades que daba pingües beneficios. Pero ocurrió. De verdad.

La controversia de este tema era clara en los ambientes cristianos: ¿Era más lícito yacer con una profesional si así se reservaba al cónyuge para los “escarceos meramente reproductivos”?  ¿Era moralmente más correcto hacer el amor con una prostituta que “engañar” a una mujer casada o viuda para llevártela a la cama? ¿Era tan censurable la prostitución para el cristianismo cuando María Magdalena, canonizada santa, había sido prostituta? Estas preguntas propias de Telecinco se debatían con una seriedad digna de Punset porque lo que estaba en juego era tu ALMA.

Era obligatorio ponerlo

domingo, 10 de mayo de 2015

Travestismo rural victoriano: las Hijas de Rebeca



La época victoriana. Ese periodo caracterizado por burgueses tomando el té en casas de campo y señoritas que se debaten sobre cuestiones amorosas. Un momento ideal para leer novelas de Dickens, las hermanas Brontë u Oscar Wilde a la deliciosa sombra de un castaño en la verde campiña inglesa. Un momento en el que disfrutar de hombres travestidos de mujeres.

Espera un momento, ¿hombres travestidos de mujeres?

Si, en concreto rudos hombres de campo travestidos de mujeres, concretamente.

Probablemente te choque el concepto de que hombres de pelo en pecho, curtidos labrando durante años, les cogieran los vestidos a sus mujeres y, armados con enormes mazos y hachas, se dedicaran a demoler casetas de peaje con nocturnidad y alevosía. Realmente pintoresco.

Después de leerte la entrada, la típica muchedumbre armada y enfurecida te parecerá poca cosa si no incluye al menos un puñado de hombres travestidos armados con mazos y hachas 

domingo, 3 de mayo de 2015

Vikingos: El cani escandinavo de la Alta Edad Media



Los vikingos venden. Y no me estoy refiriendo a novelas románticas de vikingos sensibles de pecho depilado, pero altamente satisfactorios en la cama, que bien merecen un análisis algún día de estos (buscad en Google “novela romántica vikingo” si queréis ver un desfile de portadas protagonizadas por viriles torsos perfectos y cincelados). Estoy hablando de morlacos barbados y borrachos salidos del sobaco de un grupo cualquiera de power metal finlandés. Porque, seamos claros, una civilización que se dedica a escribir en piedra no puede ser muy sensible que digamos.

Que sí, que las corrientes historiográficas hablan de una progresiva emigración de los pueblos escandinavos hacia tierras más fértiles y cálidas, abandonando el frío norte, más o menos como ocurre ahora con los guiris en la Costa del Sol, pero no se engañe, querido lector: los vikingos no eran buena gente. De hecho, dudo que fueran gente.

Seres de grandes melenas y barbas acordes, con una afición por eviscerar monasterios enteros, como quien sale de excursión al campo, y más violentos que un cani puesto de coca hasta las cejas. Esos son los vikingos. Y sí, con el tiempo se asentaron en diferentes zonas de Europa y se integraron, pero no sin antes dar por culo a la población autóctona un buen rato. ¿Multiculturalidad? Los vikingos no conocían una palabra tan larga. Ellos venían a quemar aldeas, violar mujeres, masacrar personas y esclavizar niños, no a pagar pensiones.

La cofradía de carpinteros de la ribera de Oslo, preparando sus transportes para veranear en Inglaterra.

domingo, 26 de abril de 2015

¡Puta guerra!: una recomendación personal



Hoy vamos a relajarnos un poco y voy a hablaros de un cómic. Y además de la Primera Guerra Mundial, que hacía mucho que no hablaba de ella.

Mi opinión es que el cómic es un género infravalorado. Por lo general la gente asocia el cómic con los clásicos tebeos de Mortadelo y similares, que utilizan un lenguaje sencillo y que buscan la risa fácil con bromas de caca-culo-pedo-pis. Cosas para críos, vamos.

Sin embargo, esas personas nunca habrán cogido el cómic del que voy a hablar hoy. Es un cómic sin humor, cruento e, incluso, desagradable. Pero cuenta una historia que no tiene humor, es cruenta y es desagradable. Estoy hablando de “¡Puta guerra!” de Jacques Tardi.

Este señor con aire benevolente y un cierto parecido con George Lucas es Jacques Tardi

domingo, 19 de abril de 2015

Napoleón Bonaparte


La semana pasada acabé mencionando a un tío que seguro que os sonará: Napoleón Bonaparte. Y si no te suena es probablemente porque no sabes leer y has entrado aquí solo para ver fotos y seguirás sumido en las tinieblas de la ignorancia porque no podré iluminar tu camino. Y tus padres no te quieren.

Bonaparte viene en dos sabores según seas un afrancesado comeflores o un hereje británico: para los primeros es una especie de superhéroe cortacadenas que lucha contra la injusticia y el Antiguo Régimen; para los otros es un megalómano bajito con ganas de tener bronca. Yo, personalmente, no me creería ni una ni otra versión.

Don Napoleón nace en Córcega con el sospechoso nombre de Napoleone, que cambia luego para resultar más francés, en una familia noble de segunda fila de provincias. Sus orígenes italianos hicieron que tuviera que aprender francés y que se trasladara a la Francia continental a iniciar su carrera militar. Tras entrar en la École Militaire, se especializó en artillería.

La Revolución Francesa lo pilló en Córcega, por lo que Napoleón volvió a la capital francesa a tomar parte activamente en el lado jacobino, porque era amiguete de Robespierre. Así que cuando cae Robespierre parece que la carrera de Napoleón acabará de la misma forma… pero no, consiguió disipar las dudas de su lealtad. Y no solo eso, sino que un año después logró hacerse famoso tras defender el Palacio de las Tullerías de una insurrección realista.

Soy historiador, ocurrió así, créanme

domingo, 12 de abril de 2015

La Revolución Francesa (II)



Aquí llegan las guillotinas.

Habíamos dejado la Revolución francesa a mediados de 1793, a punto de iniciarse uno de los periodos de los que todo el mundo se quiere alejar en la política actual.  Y si no os suena es porque ahora está más de moda nombrar a Venezuela. Pero a principios de siglo XX, en los círculos conservadores, la Francia de 1789 era la Venezuela de ahora, creedme.

Hoy en día hay quienes ven con horror en el monstruo en el que se convirtió la Revolución Francesa y hay otros que justifican el periodo en un contexto de complots internacionales que buscaban destruir a la recién nacida República Francesa. Hay que comprender que en un contexto político europeo en el que abundaban los imperios y las monarquías, el que en Francia se cargaran al rey hizo que, antes de que la moda se extendiera fuera de las fronteras, quisieran pararle los pies a los franceses con cualquier jugarreta.

Primera imagen de guillotina. El "Escuadrón del Tópico" ha llegado, que todo el mundo respire aliviado

domingo, 5 de abril de 2015

En misión secreta al servicio de Su Majestad



La semana pasada llegué a donde no llegó Felipe II con la Armada Invencible y estuve haciendo el turista en Londres, capital de un país en el que un pirata puede llegar a ser “sir” por gracia y obra de Isabel I de Inglaterra. Un país en el que amanece lloviendo, a mediodía hace un tiempo veraniego y dos horas más tarde tienes que ponerte bufanda. Un país en el que se come a las 12 del mediodía, cenas a las 7 y a las 10 estás en la cama (en caso contrario eres un malote). En resumen, un país de locos.

Pero, en líneas generales, la capital de la “pérfida Albión” fue entretenida de visitar. Y agotadora, también, que la vida de un turista es muy sacrificada. Ya sabéis: levantarse pronto para patear la ciudad, entrar a un museo, salir a comer de bocadillo y volver arrastrándose a la habitación para tumbarse en la cama y notar como tus pies agonizan. Cenar algo. Dormir. Repetir.

Los francotiradores ingleses de la Primera Guerra Mundial eran seleccionados de entre los soldados con grandes carencias en el sentido de la moda y la estética

domingo, 22 de marzo de 2015

La Revolución Francesa (I)



Mientras me tomo el té de rigor (verde con vainilla) y me justifico por no subir nada la semana pasada (la universidad es la universidad) me comenta el apuntador que podría hablar de la Revolución Francesa. Ese suceso que cambiará la historia de Occidente, ya sabéis, marcando el inicio de la Edad Contemporánea al sentar las bases de la democracia moderna y todo eso.

Partimos de un régimen político demasiado rígido y nada partidario de aceptar las reformas que pedía la creciente burguesía. Le sumamos una aristocracia aferrada a sus privilegios feudales y una posición política en decadencia frente a las nuevas ideas de la Ilustración. Todo ello aderezado con una crisis económica y agrícola que subió los precios de los alimentos básicos mientras la desigual carga fiscal empobrecía a los estratos más bajos.

Por ello es normal que estallaran “jacqueries” en el medio rural mientras en las ciudades se caldeaban los ánimos de la burguesía, que veía como sus peticiones servían para limpiar el ojete de la aristocracia del lugar. El apoyo francés a la Guerra de Independencia estadounidense hizo que, a pesar de triunfar frente a Inglaterra, Francia cayera en bancarrota. Y los que debían sacarla eran aquellosque ya pagaban impuestos.

Luis XVI (se pronuncia ecsbí) tocado con el Poncho Real de Aspecto Caro

domingo, 8 de marzo de 2015

El Ministerio del Tiempo: una recomendación personal



Hace muchísimo que enciendo solo la televisión cuando estoy masticando alimentos durante la comida o la cena. Es curioso como internet ha sustituido el vacío que han dejado los programas de televisión y de cómo torturo día tras día a mis familiares cercanos obligándoles a ver los Simpsons, pese a que ya me sé los capítulos de memoria y que el programador de Antena 3 tiene el mismo interés por la lógica y la cronología que el que pueda desarrollar una piedra.

Sin embargo, hay momentos en los que la vida te da sorpresas agradables y se da un respiro en su afición de machacarte día tras día. Y una de esas sorpresas agradables ha sido “El Ministerio del Tiempo”. No es que hayan descubierto la rueda, pero sí que considero que sea una serie muy prometedora en casi todos sus aspectos. Y por ello, aunque pueda ser un juicio prematuro, tienen mi respeto.

Y es que en una parrilla televisiva dominada por la telebasura, con Belén Esteban como su particular mesías y Gran Hermano VIP amenazando una metástasis en otras cadenas, “El Ministerio del Tiempo” es un soplo de aire fresco. Porque, para qué engañarnos, la mayoría de programas españoles no han logrado sacudirse esa caspilla rancia de los hombros. Y lo estoy diciendo con esa patética adaptación de Alatriste en  mente, que pasará a la historia como “la vez que se despilfarró el dinero con más ambición”.

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