viernes, 31 de agosto de 2012

La noche en la que me volví loco (y van dos)


Si te perdiste la primera parte, aquí la tienes

Como podrás adivinar, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Yo tropiezo con gusto y todo, parece ser, a la vista de los resultados.


Si la otra ocasión fue un pronto puntual, una alocada compra fruto de un día extraño en el que tire la casa por la ventana, esta vez ha sido una sesuda partida de ajedrez en comparación. Comparación de precios en varias tiendas online, en Ebay, gastos de envío cotejados, tasas impositivas calculadas a parte… todo un despliegue aritmético al que no estaba acostumbrado desde que decidí meterme por la rama de las humanidades.

¡Hasta tuve que hacer varios presupuestos para que mi madre aprobara uno antes de poder hacer la compra en sí!

viernes, 24 de agosto de 2012

La importancia de un restaurador


Hablemos de Borja.
Borja está en boca de todos. Desde periódicos franceses a prestigiosos diarios de habla inglesa, todos hablan de la original restauración del Ecce Homo de Borja. Y no es para menos, la jubilada que con más buena voluntad que técnica lo intentó restaurar lo dejó, valga la redundancia, hecho un Cristo.
 Y no es para menos

domingo, 19 de agosto de 2012

La Gran Guerra (vol. II)


Repasemos en líneas generales lo dicho anteriormente: la Primera Guerra Mundial fue un chiste. Un chiste que gira en torno a la improvisación, concretamente en la mala improvisación de los dos bandos.

Sí, amigos, el cerebro de un militar no está pensado para improvisar, está preparado para obedecer a lo que llega de arriba. ¿Qué pasa cuando desde arriba te dicen “eh, Hans/Pierre confiamos en usted plenamente, haga lo que crea conveniente”? pues que todo se viene abajo. De esta forma, si eres un general de sillón y tu subalterno sabe más que tú, siempre puedes colgarte sus medallas, y si se equivoca, culpa suya (que para algo has delegado en él). Es lo que en España se considera deporte nacional bajo el tecnicismo de “pasar el marrón a otro”.

Solo es un maniquí, pero aun así yo no me esperaría mucho de él.

domingo, 12 de agosto de 2012

Motines de subsistencia en Mercadona

Llevo ya varios días dándole vueltas a la cabeza. Pese a que no me gusta hablar de política en público, como aprendiz de historiador no puedo dejar de encontrar un fuerte paralelismo entre los motines de subsistencia de la Francia del siglo XVIII y los saqueos de supermercados que se dan últimamente por Andalucía. Si, lo ocurrido hace unos días me viene de perlas para dar otra chapa histórica al puñado de lectores que tiene el blog.

Años después de que en España, se diera el Motín de Esquilache (preocupados por las capas y sombreros, ya se sabe cómo somos los españoles), mas allá de los Pirineos los franceses no tenían nada que llevarse a la boca. Y si lo tenían, era vendiendo un ojo de la cara o un riñón. Quizá un poco de hígado para hacer paté. Si, los franceses no tenían una mísera baguette que llevarse comer.

El gran número de baguettes y los croissants nos sitúan geográficamente este dibujo en Francia

viernes, 10 de agosto de 2012

La noche en la que me volví loco


Era una noche sin luna. Una noche sin luna y tormentosa de verano. Mientras afuera se desataba toda la cólera que unas nubes podían descargar, yo me disponía a navegar por internet.
Quiera la casualidad que fuera a dar parte a una web de ventas normal y corriente. El diseño no era llamativo (es más, era de principios de los 2000) y el idioma tampoco me llamaba (estaba escrita en el idioma del Sacro Imperio Romano). Sin embargo algo dentro de mí hizo click.

En retrospectiva creo que ese “click” lo hizo mi sentido común al apagar las luces de su oficina e irse de vacaciones.

lunes, 6 de agosto de 2012

Vorágine social


No, damas y caballeros, no me estoy refiriendo a las manifestaciones ni protestas contra las diversas medidas que pone en practica el gobierno, me estoy refiriendo a la vorágine de vida social que he tenido la ultima semana.
Míralos, todos ahí en la playa, confabulando y poniéndose de acuerdo todos para hacerme mover de casa.


Hay momentos en la vida (o verano) en la que la conjunción de las estrellas es especial, los planetas se alinean de una forma que mi teléfono no deja de sonar. Incluso hasta intentan contactar conmigo por el móvil.