Estoy hasta los cojones de la Edad Media.
Intestas desconectar un poco de tu día a día,
enciendes la televisión y te pones a ver una película. “Anda, transcurre en la
Edad Media” piensas. Media hora después ya has sufrido tres embolias y un
infarto cerebral que pasaba por ahí. Las batallas medievales en las películas
dan todo el asco.
En primer lugar, lo que más llama la atención son las
flechas de fuego que usa todo dios. Existir, existen, pero son una flechas que en
vez de punta tienen una “jaula” para
poner dentro material inflamable y lanzarlo lejos, básicamente es una
forma de intentar prender fuego a los techos e iniciar fuegos durante un
asedio. La capacidad de perforación es nula, y rebotarían contra cualquier
superficie (y eso incluye el cuerpo de una persona) para caer al suelo de forma
inofensiva. Por no hablar del alto porcentaje que se apagan en pleno vuelo por
el simple hecho del aire que genera un desplazamiento rápido.