domingo, 26 de enero de 2020

Jojo Rabbit (el análisis)





La semana pasada os traje mi opinión sincera de una película seria intentándola hacer risible. Hoy me tengo que poner serio para hablar de una comedia. Esto es un sindios.

“Jojo Rabbit”, una película que surge como si metieras en una licuadora “El niño con el pijama de Rayas” y varios comics de Mortadelo, te bebieras el resultado y pidieras un segundo vaso. Puede parecerte una mezcla rara, pero a todos nos vienen a la cabeza mezclas que sobre el papel parecen raras y que sin embargo les das un bocado y saben estupendamente (excepto la barbarie de la pizza con piña, que es imperdonable).

El director es Taika Waititi, que si no lo conoces no tienes perdón. No porque sea famoso, que no lo es especialmente, sino porque hace películas de comedia que muá [gesto de chef italiano]. Si después de ver esta te quedas con ganas de más, te recomiendo mucho “Lo que hacemos en las sombras”, que también es una comedia muy buena, pero que como no era histórica no hablé de ella en su momento.

Estos Jojos, por ejemplo, no los recomiendo porque son una muestra de arte oriental degenerado.

domingo, 19 de enero de 2020

1917 (el análisis)




Casualidades de la vida, el día 17 por fin encontré tiempo para ir al cine a ver 1917 (una lástima que no sea el mes diecinueve) que, además de ser un muy buen año es una muy buena película. Argumentalmente es algo muy simple: dos soldados tienen que cruzar una saliente de las líneas enemigas y entregar un mensaje a sus tropas del otro lado del saliente, porque es crucial que se haga rápido y no hay tiempo para rodeos grandes.

Voy a intentar hablar hoy aquí sin hacer demasiados spoilers, aunque tengo la sensación de que, si os contara escena por escena lo que ocurre en la película, no os estropearía la experiencia. Porque lo bonito que tiene la película no es el qué ocurre, sino el dónde y el cómo. Y para eso, se ha utilizado un falso plano continuo que te mete en la película como quien salta en bomba a una piscina y llegas tan profundo que tu culo golpea el fondo.

Los escenarios están muy detallados y los decorados son una preciosidad. Cuando salen los créditos fijaos en la cantidad de carpinteros que han hecho falta para montar todo lo que veis, que es graciosa (solo superados en número por la ingente cantidad de extras corriendo de un lado para otro en la pantalla). La luz, la sensación de profundidad, la carencia de cortes editados y la sensación del paso del tiempo… todo te mete en el momento y hay momentos en los que te crees que eres uno más en la trinchera.

La carpa de sonidistas de la derecha, momentos antes de ser volada por un proyectil de artillería alemán de la fábrica Krupp. Pero el plano quedó precioso.

domingo, 12 de enero de 2020

Escoceses en el Caribe: Caledonia de Panamá





A finales de los locos años noventa había una serie infame hecha por Emilio Aragón que se llamaba “Esquimales en el Caribe”. Pese a su calidad justita, no puedo dejar de pensar en ella cuando veinte años después tengo que hablar de escoceses en el Caribe (aventuras y diversión).

El siglo XVI es el siglo de los grandes conquistadores. Se había descubierto un continente nuevo y exploradores de todas partes de Europa querían su parte del pastel. España, Inglaterra, Holanda, Francia y Portugal (aunque, en esta primera fase, España les pasaba la mano por la cara a todos los demás juntos) se dedicaron a repartirse las nuevas tierras, que resulta que tenían un montón de tentadores recursos.

La colonización era el challenge de moda antes de que se inventara Youtube. Y si no tenías un par de enclaves en otro continente eras morralla, y el resto de países avanzados te señalaban y se reían de ti. Por eso mismo Escocia pensó que había que dar un golpe en la mesa para que le tuvieran en serio, sobre todo esos putos ingleses. Había llegado la hora de poner en marcha el Proyecto Darién. Spoiler: sale mal.

Es ver esta imagen tan escocesa y apetecerme un buen plato de haggis.