domingo, 22 de marzo de 2015

La Revolución Francesa (I)



Mientras me tomo el té de rigor (verde con vainilla) y me justifico por no subir nada la semana pasada (la universidad es la universidad) me comenta el apuntador que podría hablar de la Revolución Francesa. Ese suceso que cambiará la historia de Occidente, ya sabéis, marcando el inicio de la Edad Contemporánea al sentar las bases de la democracia moderna y todo eso.

Partimos de un régimen político demasiado rígido y nada partidario de aceptar las reformas que pedía la creciente burguesía. Le sumamos una aristocracia aferrada a sus privilegios feudales y una posición política en decadencia frente a las nuevas ideas de la Ilustración. Todo ello aderezado con una crisis económica y agrícola que subió los precios de los alimentos básicos mientras la desigual carga fiscal empobrecía a los estratos más bajos.

Por ello es normal que estallaran “jacqueries” en el medio rural mientras en las ciudades se caldeaban los ánimos de la burguesía, que veía como sus peticiones servían para limpiar el ojete de la aristocracia del lugar. El apoyo francés a la Guerra de Independencia estadounidense hizo que, a pesar de triunfar frente a Inglaterra, Francia cayera en bancarrota. Y los que debían sacarla eran aquellosque ya pagaban impuestos.

Luis XVI (se pronuncia ecsbí) tocado con el Poncho Real de Aspecto Caro

domingo, 8 de marzo de 2015

El Ministerio del Tiempo: una recomendación personal



Hace muchísimo que enciendo solo la televisión cuando estoy masticando alimentos durante la comida o la cena. Es curioso como internet ha sustituido el vacío que han dejado los programas de televisión y de cómo torturo día tras día a mis familiares cercanos obligándoles a ver los Simpsons, pese a que ya me sé los capítulos de memoria y que el programador de Antena 3 tiene el mismo interés por la lógica y la cronología que el que pueda desarrollar una piedra.

Sin embargo, hay momentos en los que la vida te da sorpresas agradables y se da un respiro en su afición de machacarte día tras día. Y una de esas sorpresas agradables ha sido “El Ministerio del Tiempo”. No es que hayan descubierto la rueda, pero sí que considero que sea una serie muy prometedora en casi todos sus aspectos. Y por ello, aunque pueda ser un juicio prematuro, tienen mi respeto.

Y es que en una parrilla televisiva dominada por la telebasura, con Belén Esteban como su particular mesías y Gran Hermano VIP amenazando una metástasis en otras cadenas, “El Ministerio del Tiempo” es un soplo de aire fresco. Porque, para qué engañarnos, la mayoría de programas españoles no han logrado sacudirse esa caspilla rancia de los hombros. Y lo estoy diciendo con esa patética adaptación de Alatriste en  mente, que pasará a la historia como “la vez que se despilfarró el dinero con más ambición”.

Articulo subvencionado por el Gobierno de España

miércoles, 4 de marzo de 2015

¡III Recreación de los Sitios! (sin tifus)

Me comentan por el pinganillo que este fin de semana habrá una chupipandi histórica que recreará los Sitios. ¡Hasta contará con el típico mercadillo de artesanía que normalmente intentan hacer pasar por “mercadillo medieval” pero adaptado ahora a la época napoleónica!

Si estáis cerca de la Rivera Maña, no os lo podéis perder. Aunque no tan cerca como los recreadores, que iban a acampar en la Arboleda de Macanaz y hasta donde yo sé, en estos momentos sigue siendo río Ebro (y por lo visto se irán a montar campamento a la Plaza de los Sitios, muy adecuado todo).

La ONU de los recreadorés estará en Zaragoza: rusos locos, gabachos no-tan-engreídos, españoles e incluso andaluces (que los pongo a parte porque tienen entidad propia y mucho carisma).

Os cuelgo el folleto con información interesante para vosotros, que siempre es mejor acudir a fuentes directas.



domingo, 1 de marzo de 2015

Los Sitios de Zaragoza



No puedo creer que hasta ahora no hubiera hablado de los Sitios de Zaragoza. Y mencionar la Ruta-Botellón de los Sitios no cuenta como “hablar de”.

Así que nada, en plena ruta turística de los franceses por España estaba Zaragoza, punto crucial para controlar las líneas de suministro que cruzaban los Pirineos, en el eje Madrid-Barcelona, y desde la que los patriotas españoles lanzaban ataques a las columnas francesas.

El 24 de mayo de 1808 una turba de ciudadanos zaragozanos asaltó el Palacio de la Aljafería y tomó el control de los suministros del ejército. Palafox, aclamado por el pueblo en armas a pesar de ser un mero militar de corte sin experiencia en batalla, se consolidó como líder y empezó a instruir a los primeros milicianos apenas dos días después.

Durante los Sitios de Zaragoza mucho edificios sufrieron los estragos de la pubertad y el acné

Comenzaba el 15 de julio el primer sitio a la ciudad. La columna francesa, al mando del general Charles Lefèvbre, no esperaba resistencia por parte de unos baturros cabreados, pero sus tropas no pudieron poner un pie en Zaragoza sin recibir por todas partes. Los franceses esperaban hacer el típico despliegue de fuerza petulante, con los soldados entrando a la ciudad con exagerada teatralidad para que la ciudad interpretara su papel de ciudad heroica, pero que se rindiera pronto ante la pomposa superioridad de los gabachos.