domingo, 30 de septiembre de 2018

Grecia no mola



Hace un par de semanas dije que Roma no molaba y un amigo salió a la defensa de las famosas siglas SPQR, insistiendo en que los verdaderos decadentes eran los griegos. Y le doy toda la razón: que sí, que Grecia tenía a casi todos los filósofos y pensadores  de la Edad Antigua, pero Grecia tenía bastante de lo suyo.

Roma era la típica persona que no tiene personalidad y termina copiando el estilo de alguien que cree que es guay. ¿Sabéis esa gente que sale de ver una película de Star Wars y empieza a hacer con la boca el sonido de un sable láser porque se cree un jedi? Y pongo el ejemplo de Star Wars porque es el más famoso que se me ocurre, pero que es el tipo de persona que ve Brokeback Mountain y se pega una semana acampado en el monte a ver si encuentra a su media naranja del mismo sexo.

Pues Roma salía de ver la peli “Seamos decadentes”, una comedia romántica protagonizada por Adam Sandler en el papel de Adam Sandler y Jennifer Aniston en el papel de Grecia Clásica.

Si esto no es decadencia, que baje Dios y lo vea.

domingo, 16 de septiembre de 2018

Roma no mola




El Imperio Romano (hablando así en general) no fue más que la dominación del Mediterráneo y algunos territorios más por el pueblo más bruto del momento. De la misma forma que el matón de clase controla el patio del colegio.

Los romanos tienen una larga tradición de matar gente, de imperialismo y (por lo visto) de protofascismo. Los romanos fueron una monarquía, pero no les gustó demasiado eso de tener un monarca y acabaron cargándose a la dinastía real. Luego fueron una república, pero no les gustó demasiado eso de tener poder limitado y acabaron asesinando al tío que sospechaban que iba a destruir la República para poner en su lugar al tío que destruyó la República. Y luego, con los emperadores, la cosa se jodió a tantos niveles que unos bárbaros vestidos con pieles acabaron con todo.

Roma no era un pueblo especialmente destinado a la grandeza. De hecho, en sus primeros momentos, estuvo dominado culturalmente por otro pueblo vecino, los etruscos. Roma simplemente fue el pueblo que antes cogió gustillo por destripar a otros pueblos de la Península Itálica. Algo similar habría pasado con Esparta en el Egeo, si Esparta no hubiera tenido la cabeza TAN metida dentro de su propio culo.

Los romanos también fueron famosos por dejar todo a medio construir.

domingo, 9 de septiembre de 2018

Top 6 trabajos de mierda a lo largo de la Historia.




Empecemos con un poco de clickbait: ¡EL NÚMERO 3 TE SORPRENDERÁ!

El ser humano, durante toda la Historia, ha estado buscando razones para partirse la cara a otro ser humano. Cualquier razón ha sido buena: economía, cultura, religión, aburrimiento… la cosa era calentar el lomo a alguien. El tener la razón o no tenerla lo decidía el que ganaba, no el que lo empezaba.

La guerra, a pesar de la idealización a la que se ha sometido siempre, es algo sucio y horrible en la que puedes (oh, sorpresa) morir de formas horribles. Y por eso tiene el privilegio de ser el campo en el que empleos más desagradables existen. Simplificando un poco, hasta la Primera Guerra Mundial, se había visto como un terreno de pruebas en el que los hombres pasaban a la vida adulta. No había nada como matar a otro fulano para hacerte sentir más viril y masculino. Si era en combate individual, mejor que mejor.

Esto último no lo digo yo, lo dice la tradición militar desde el año catapum. El boxeo y los combates arbitrados no son más que una representación de esa lucha (pactada y con unas reglas determinadas) que permiten a los dos contrincantes medir sus fuerzas en un entorno controlado. Y no tenemos que irnos a la Grecia Clásica para ver estos comportamientos: aldeas del Tercer Mundo, que aun han podido mantener sus tradiciones tribales sin demasiada interferencia de la globalización, tienen rituales de paso a la vida adulta en los que la lucha está involucrada de alguna u otra forma.

Pero esto acabó con la Primera Guerra Mundial. Un tío con una ametralladora podía cepillarse a un buen puñado de contrincantes en un abrir y cerrar de ojos. Un bombardeo de aviación podía destrozarte sin que llegaras nunca a saber qué estaba pasando.

El caballero medieval, cumbre de la pirámide social feudal. Su trabajo, pese a pertenecer al mundo militar, no se puede considerar un "trabajo de mierda".

domingo, 2 de septiembre de 2018

Espartero era un pringao




Tengo un amigo que tiene auténtica obsesión con Espartero. Literalmente, si me dijeran que tiene una almohada con una foto de Espartero a tamaño real y que duerme todas las noches abrazado a ella, me lo creería. Ya hace cosas más perturbadoras, como una especie de vudú sexual satánico, con retratos de Espartero.

No es como si fueran los años 20, que los años 20 molan muchísimo más que Espartero.
Pero no hemos venido hoy aquí para hablaros de filias extrañas de historiadores. Supongo que has venido a que te cuente cosas y que entre chascarrillo y chascarrillo meta forzados chistes de esos en los que se hace un silencio incómodo seguido de un discreto “je”. La parte buena es que no has pagado nada por esto. La parte mala es que no me voy a callar.

El caso es que Espartero era un mierdas. No solo se llamaba Baldomero, que es razón suficiente para reírse de él, sino que además tenía un vello facial ridículo (si lo comparamos con las potentísimas patillas-bigote que llevaban sus adversarios carlistas). Él lo sabía y por eso le gustaba que le llamaran “Duque de la Victoria”, porque frente a nombres tan sonoros como Zumalacárregui o Cabrera, Baldomero tenía complejo.

Qué mirada, qué patillas, qué duda de mi heterosexualidad me acaba de entrar.