domingo, 27 de septiembre de 2015

La Guerra de las Rosas: una primavera de hostias



La Guerra de la Rosas es un bonito nombre que se le dio en el Romanticismo a una lucha de pandilleros británicos por el trono que monopolizaba la dinastía Plantagenet. Las políticas matrimoniales de finales de la Edad Media eran muy complejas y, para ahorrar tiempo, diremos que la endogamia que llevaba gestándose siglos había conseguido que dos familias diferentes tuvieran reclamaciones sobre el trono de Inglaterra.

A su vez, el rey que ostentaba el trono por aquel entonces, Enrique VI, era una especie de Carlos II pero algo más espabilado. Pese a todo, era un rey muy impopular que se había rodeado de gente aún más impopular que él. Si sumamos un rey débil, unos consejeros impopulares y una familia de advenedizos que quieren  conseguir el trono, nos encontramos con una mezcla explosiva.

Las diferentes familias de nobles se posicionaron con uno o con otro bando en función de con quien estaban casadas sus hijas y/o parientes cercanos. Al principio las acciones hostiles eran las propias de inocentes pandilleros cabreados: que yo te incendio una aldea tuya, que tú me emboscas a mi caballero antes del torneo, que yo destruyo un silo de grano antes del invierno… cosas que hacen estos educados ingleses, vamos.

XVIIª convención de Amigos de la Floricultura, listos para charlar amigablemente sobre rosas.

domingo, 20 de septiembre de 2015

El humor de los años 20: haciendo comparativamente buenos a los de tu cuñao desde hace casi 90 años



Yo sigo con mi labor investigadora en el Archivo Provincial, chupándome números y números de periódicos de los años 20. Lo de pasarte la mañana leyendo noticias de hace casi 100 años no es que sea la mejor razón por la que levantarse por las mañanas, y ahora he de reconocer que las sábanas pesan más de lo que pesaban en agosto, pero por lo menos encuentras alguna joya de vez en cuando.

Tengo más ejemplos de la cultura de los años 20 esperando a que los suba. Ejemplos de anuncios y de noticias que no pensaríamos encontrar en un periódico serio actual por lo mucho que ha avanzado el periodismo y la cultura en general. Pero ese material me lo reservo para futuras semanas porque aún puedo encontrar más “tesoros” que añadir a la colección.


Hoy os traigo la segunda remesa del festival del humor que celebré hace dos semanas. Y espero que lo disfrutéis. O por lo menos, que vuestro sufrimiento sea breve y alguien tenga piedad de vosotros. Ya me arriesgo yo a que se me derrita el cerebro por vosotros. El camino de la investigación es así de peligroso y salvaje.

Nota: la calidad de los chistes mejoran si de fondo escuchas esto



Chiste de gracia intachable
- No puedo más, hijo mío
- Ya decía yo que te verías negro para subir la cuesta

Comentario personal: Menos mal que ya dice que es un “chiste de gracia intachable“, porque de lo contrario no me habría reído. No está a la altura de las expectativas. Lo cambiaría por otro si no hubiera tirado el ticket.

domingo, 13 de septiembre de 2015

La última aventura colonial de España: la Guerra de Marruecos



La última guerra en la que se metió España fue la Guerra de Marruecos. La Guerra Civil no cuenta, porque todo quedó entre amigos y las misiones “humanitarias” y de paz tampoco, porque a nadie le gusta admitir que eso es una forma de guerra. Estoy hablando de guerra-guerra. De que el rey pensara “joder, la he cagado y ahora estamos en guerra con esos capullos”.

España había salido de la guerra contra Estados Unidos bastante trasquilada. Las últimas colonias de ultramar se habían perdido y lo único que le quedaba a España era un intenso dolor de culo donde EEUU le había pegado una patada bien fuerte. Era lo que todos conocemos con el pintoresco nombre de “el desastre del 98”.

He de decir que la historiografía actual coincide que no fue tan “desastre” en términos socioeconómicos porque nos quitamos de encima una guerra que lastraba nuestro reserva monetaria y que era tremendamente impopular en la sociedad del momento. La tradicional frase de abuela “más se perdió en Cuba” continuaba diciendo “y vinieron cantando” (pero pocas personas se acuerdan de ello). Lo cual quiere decir que el desastre del 98 fue un desastre en lo relativo a la cultura y el mundo militar.

La única forma de tomarse en serio el poder colonial español: llamarlo Kolonialtruppen. Porque todo en alemán queda mucho más serio y militar.

domingo, 6 de septiembre de 2015

El humor de los años 20: reír por no llorar


Los años 20 son fascinantes y tienen de todo: crisis económica, ruptura cultural, conservadurismo, dictadura, vanguardismo y muchas otras cosas más que se mezclan creando una cosa bien rara. Y el humor no podía ser menos.

El humor de los años 20 es malo. Pero malo, malo. De reírte de lo jodidamente malo que es el chiste. Pero pese a todo, tiene el encanto inocente que puede tener un niño contando el chiste del perro Mistetas. En lo que llevamos de tiempo, el humor se ha refinado muchísimo en todos los sentidos: se han creado los bocadillos de texto, las viñetas se han hecho más dinámicas, se he mejorado la narrativa visual…

Enfín, que los chistes de los años 20 son lo peor que te puedes encontrar en lo que a humor se refiere. Pero a pesar de ello, hay que quererlos igual porque se esfuerzan en hacer reír al lector y al final de cada viñeta parece que pueda ver al autor preguntándome “este era bueno ¿eh? ¿a qué te has reído? ¿si?” mientras niego fatalistamente la cabeza.


Como probablemente no me creáis, aquí os pongo algunos ejemplos:

El veraneo se acerca
- ¡Por Dios, "Lorenzo" apiádate de los que se quedan

Comentario personal: Paren las rotativas, interrumpan el informativo veraniego. Según los últimos estudios, en los años 20 también hacía calor en verano. No hace falta que repitan el mensaje cada agosto, gracias.