domingo, 21 de junio de 2020

¿Qué está pasando a todo el mundo con las estatuas?





El mundo está convulso, la gente está escurriendo el bulto y parece que las estatuas, que no se pueden mover, estén pagando el pato.

Pero, realmente, derribar una estatua es un acto simbólico de rebeldía frente al poder, que al final una estatua no es mas que la gratitud del establishment a un tal o cual personaje. Detrás de cada estatua hay un “eres tan majo que te dejo ocupar un espacio público para que pueda recodarte la gente y cagarte encima las palomas” y derribarla es atacar a todo lo que ha permitido que esté ahí.

El liarnos a martillazos con el pasado no es algo que hayamos inventado en este siglo, es una tradición añeja que lleva con el ser humano siglos. Los romanos ya tenían la sana costumbre de practicar la damnatio memoriae, que no deja de ser destruir la memoria de alguien que no te caía bien, borrando toda mención al susodicho a base de piqueta.


“Dinamita, para cuando un mazo y un cincel no son suficientes” fue el eslógan más pegadizo de Núremberg en 1945.

Pero si los romanos te parecen demasiado antiguos, la práctica de borrar de los registros a nombres que antes habían sido públicos fue tremendamente popular en la época de Stalin. Los Aliados también dieron buen repaso de piqueta a todo monumento nazi que pillaban por Alemania. Las tropas franquistas también hicieron lo mismo con todo aquello que representaba la causa republicana. Y la propia Casa Real Española eliminó toda mención a Iñaki Urdangarín después de que se supiera que llevaba tiempo llenándose, de forma poco honrada, los bolsillos con fajos de billetes.

Muchas de las estatuas que se conservan, precisamente se conservan porque estaban fuera del alcance de la vista, recogidas en sitios donde la gente no se las podía llevar o directamente tiradas en escombreras. Si no se veía, la gente no recordaba que odiaba a tal o cual persona y por lo tanto se mantenían sin alterar. Las estatuas al alcance de todos tenían la mala costumbre de acabar en el Museo Británico.

Esto es porque los personajes históricos no son cien por cien inocentes, y acostumbran a tener unos matices oscuros que se descubren tiempo después de su muerte.  Por ejemplo, Gandhi, el entrañable abuelo en pañales de piel bronceada, tenía una visión de la raza un tanto excluyente. Por no hablar de que le gustaba dormir con niñas, que también es una información lo suficiente oscurilla como para hacer de él un personaje controvertido. Y eso sin tener en cuenta su enfermiza obsesión por lanzarte bombas atómicas en el Civilization.

OH NO, AQUÍ VIENE

La Historia no es pura ni está exenta de polémica, siempre está en continua revisión. No es raro que se encuentre más información que haga reformularse algún paradigma, o directamente se reelaboren las teorías para encajar más en una óptica determinada o en macroestructuras sociales que esté mucho más a la moda: los renacentistas trasladaron los gustos estéticos sobrios a unas estatuas clásicas, que originalmente estaban pintadas como figuritas de un todo a cien chino.

Pero es que detrás de cada estatua hay una retórica propagandista que pone a la gente como un catálogo de virtudes, cuando en la realidad puede que fueran un poco mierdas como persona. Normalmente tiene una finalidad nacionalista, exaltando los triunfos y gestas patrios de los héroes virtuosos, frente a los traicioneros y atrasados enemigos del país. Poner por las nubes las virtudes y decir “¿Defectos? ¿Qué defectos?” cuando toca, en otras palabras.

Aunque hay estatuas que es difícil idealizar.

Y, claro, cuando alguien lleva oyendo toda la vida que el fulano de tal o cual estatua se la merecía porque era la virtud hecha forma antropomórfica, pues puede que al enterarse de sus defectos se le caiga de un pedestal. Literalmente. Quizá el problema es un poco ese, que no puede juzgarse algo solamente por un hecho concreto, ni dejar los juicios morales en manos de una turba enfurecida con horcas y antorchas.

Aunque, como persona de pueblo, las turbas enfurecidas con horcas y antorchas siempre tienen mi aprobación.


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