domingo, 28 de junio de 2020

Urbanismo cutre. Hoy: Salton Sea.




No sé si sabréis, pero Estados Unidos es la tierra de los libres. Y a una persona que cree ciegamente en que tiene todo el derecho del mundo a hacer lo que quiera, no le puedes decir “chacho, no hagas eso, que te vas a hacer daño” porque no te va a hacer caso.

Esa es un poco la historia de Salton Sea.

A principios del siglo XX, un hinjeniero cometió un error garrafal al diseñar un canal de irrigación para aprovechar las crecidas del río Colorado. El resultado fue que no se regaron las fértiles tierras del Imperial Valley, sino que se inundaron. Hasta dos años después no se pudo subsanar el error, pero para aquel entonces el caudal del Río Colorado ya había creado un mar artificial en las anteriores llanuras de Salton.

En 1909 se creía que para 1920 el lago ya se habría secado, pero en realidad se convirtió en una fuente de ingresos para los habitantes locales. En 1935 se midió el lago y se estipuló que la profundidad del lago era de 248 pies. Salton Sea no era solamente una enorme reserva de agua, sino que además comenzó a florecer una incipiente industria pesquera (tanto comercial como recreativa). Por no hablar de los deportes acuáticos.

Paradisíaco destino para toda la familia.

A dos horas y media de San Diego y hora y media de la frontera con México, el recién formado lago de Salton comenzó a ser un destino muy popular entre los jóvenes en los años cincuenta, la edad dorada de Salton. En 1958 se acuña el término “Salton City” para definir a la mayor concentración de edificios en las costas del lago. En la época dorada Salton Sea la profundidad del lago era de 234 pies.

A principios de los años sesenta el Departamento de Agricultura de California ya alertó que la salinidad del agua estaba aumentando, y que en veinte o treinta años el lago sería inhabitable por la fauna. Pero eso no evitó que se abrieran puertos recreativos, playas y las embarcaciones de recreo pulularan por el agua. Estaba de moda y nadie hacía caso a los alarmistas.

Salton Sea antes de que pareciera un páramo postnuclear.

¿Pero cómo podía estar salinizándose el agua del lago? En primer lugar, porque la llanura inundada fue fondo marino hace miles de años, y tenía un remanente de salinidad. En segundo lugar, porque la agricultura intensiva hizo que la salinidad de los terrenos cultivados disminuyera a cambio de aumentarla en los terrenos no cultivados, contaminando de paso las aguas con pesticidas y nitratos. Unas aguas que, dicho sea de paso, eran más escasas y tenían las sales disueltas mayor concentradas cada día.

Para que os hagáis una idea de la salinización del lago, para 1985 la salinidad estaba en 40 ppt. Que para los que no tenemos ni idea, me he molestado en traducir lo que significa: el agua que bebemos debe ser inferior a 1 ppt, mientras que la salinidad del agua de mar Mediterráneo es de 38 ppt. En 2015 se registró una salinidad de 57 ppt en Salton Sea.

Salton Sea 2023: ahora con más saqueadores y la Cúpula del Trueno más grande del páramo.

La cosa es que con esos niveles de salinidad, sumado a la contaminación, convirtió al agua en tóxica. Miles de peces y aves marinas murieron al mismo tiempo que las algas tomaron el relevo, reduciendo el nivel de oxígeno del agua y aumentando su letalidad. Miles de animales muertos empezaron a agolparse en las playas que antes se cotizaban al alza.

Y como el olor a bichos muertos y las aguas turbias no son gran reclamo turístico, Salton Sea entró en declive. En las reseñas que puedes leer online dejan bien claro que la forma más saludable de visitar Salton Sea es precisamente a través de internet. Porque todos los que han ido presencialmente al sitio están de acuerdo en una cosa: el olor a pescado podrido es inenarrable, se te mete en la nariz y se queda alojado ahí días. Bueno, están de acuerdo dos cosas, en el olor y en que ojalá no hubieran ido por allí.

Salton City es una ciudad de calles abandonadas, en las que de vez en cuando se eleva el esqueleto de madera de alguna casa comida por el desierto y la podredumbre. Una polvorienta explanada que acaba en un agua turbia repleta de peces a medio descomponer, en la que sobresale alguna indicación desgastada que dice que debajo de tus pies había un campo de golf o un embarcadero de yates.

No hay comentarios:

Publicar un comentario