Hoy es domingo así que… ¿Por qué no
hablaros de un domingo que cambió la historia del panorama europeo?
Remontémonos a la Plena Edad Media, con
las relaciones feudovasalláticas en pleno esplendor y como colofón de una serie
de conflictos que construyeron la Baja Edad Media: las Navas de
Tolosa (1212), Muret (1213) y, finalmente, Bouvines (1214). En primer lugar
tenemos a una batalla entre musulmanes y cristianos pro el dominio de la Península
Ibérica; en la segunda una batalla entre cátaros (muy herejes pero con un buen
cristiano Pedro II defendiéndoles) y Bouvines, que ahora explicaré.
Están dormiditos, no muertos, ¿no veís que están a la sombra de unos arbolicos?
Si, aunque no me creáis las tres
batallas tienen un fuerte componente religioso. En la primera es la lucha
contra los infieles, en la segunda contra los herejes y la tercera es la lucha
por ver si manda el Emperador Germanico o el tradicional Papa de toda la vida.
El Papa
Inocencio III había coronado emperador a Otón IV a cambio de que renunciase a
sus aspiraciones en Sicilia, sin embargo, Otón infringirá el acuerdo y a
continuación será excomulgado. Las relaciones entre el Papado y el Imperio
comenzaran a ponerse feas por esta pataleta.
Otón IV: qué porte, qué barba. qué de oros...
Por otra parte
también existían tensiones entre Inglaterra y el Papado ya que Juan sin Tierra
había embargado bienes eclesiásticos para venderlos a subasta, hecho que le
granjearía la enemistad papal y la excomunión. Al estar excomulgado, el rey
inglés se posicionaría en la órbita de Otón IV formando una especie de club de
renegados religiosos que habían cabreado al Papa.
Además, las
posesiones que tenía Inglaterra en el continente (en Aquitania y Normandía) le
hacían vasalla del rey de Francia. Esta situación curiosa y artificial en la
que un rey es vasallo de otro era fruto de las retorcidas redes feudovasalláticas
que se habían creado en los siglos anteriores. Los reyes ingleses no habían llevado
muy bien eso de la obediencia y así se habían ganado la enemistad de la
monarquía francesa.
Caballeros rindiéndose a Felipe II de Francia mientras hacen malabares con espadas, o algo así.
Por todo ello,
Bouvines es el desenlace de tensiones que llevaban tiempo gestándose por la
culpa de la decadencia del sistema feudal: en el momento de la batalla muchos
señores incumplieron sus deberes feudales y cambiaron a las filas del enemigo
en busca de más beneficios, así, a la rastrera.
Felipe II: Cabeza barbada, ahora eres mi prisionera.
Cabeza barbada: Faltaría más, me has vencido en ese concurso de pulsos, pero iré en litera.
Felipe II: Que así sea, pero compartida con la otra cabeza menos barbada a la que he ganado en una carrera.
La batalla de
Bouvines es una parte del plan diseñado por Otón IV para acabar con el poder de
Francia y a continuación, como quién no quiere la cosa, del Papado.
Inicialmente los ingleses de Juan sin Tierra tenían que vencer a los franceses
en el oeste, manteniendo a parte del ejército francés entretenido, para que
Otón pudiera atacar por el este a un ejército francés dividido en dos frentes.
Sin embargo Juan fue derrotado y las fuerzas francesas pudieron unirse al mando
del rey Luis de Francia para hacer frente a Otón en Bouvines. Guerra de dos
frentes, Alemania, Francia… todo esto me resulta retorcidamente divertido desde
la óptica de una persona del siglo XXI.
¿Idealización? para una batalla que ganan los franceses contra los alemanes, déjalos que disfruten.
Bouvines marca
un antes y un después para la historia. Triunfan la dinastía francesa de los
Capetos, se derrota a la amenaza germánica, se eliminan los intentos ingleses
en de consolidarse en el continente y comienza la hegemonía de Francia en
Europa. El mundo feudal llegaba a su fin y la monarquía dinástica iba cobrando
protagonismo.
Bonus: imagen ochentera (como mínimo) para ver con esas deplorables gafas de 3D rojo/azul.
Las tres batallas que configuraron Europa:
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