Me he dado cuenta de lo poco que hablo de prehistoria en
este blog. Hablo tan poco que ni siquiera tengo etiqueta como tienen la Edad
Antigua, la Media, la Moderna o la Contemporánea. También puede ser por lo
mucho que odio la Prehistoria, como ha quedado patente en entradas como esta.
Pero voy a crear una etiqueta para utilizarla cuando me den
ganas de vestirme con pieles y golpear piedras. Así que cuando estéis leyendo
esto, ya nada importará porque habré creado la etiqueta “Prehistoria”. Así que
la información que estás leyendo ahora mismo ya está desfasada.
Lo único que puedo salvar de la Prehistoria es la
Protohistoria. Esa época en la que ya hay sociedades sedentarias y más o menos
refinadas, con los primeros aparatos estatales sustituyendo a las antiguas
formas de sociedad tribal. Esos momentos en los que ya hay indicios de
escritura pero se mantiene un espíritu esencialmente oral. Esa época de transición
entre golpear piedras en una cueva y los faraones, para que nos entendamos.
Según Google esto es Protohistoria. ¿quién soy yo para contradecir al todopoderoso Google?