domingo, 31 de mayo de 2015

Vikingos: El cani escandinavo de la Alta Edad Media (II)



Hay una cosa que se me quedó en el tintero el otro día que hablamos de los vikingos.

De la misma forma que ahora se recrean vikingos, dentro de mil años se recrearan a las bandas de albanokosovares que se dedican a robar en verano. Unos saquean las costas del Atlántico, otros tu segunda residencia en la playa. Si ven resistencia unos te venden esclavos y cosas que hayan saqueado y otros son el que viene a mirarte el contador del gas pero tiene un acento algo extraño. Lo mismo son.

Pero hay que reconocerles que sabían joder a la gente. No es un incordio como una invasión de toda la vida, que sabes que si la rechazas tus contendientes van a estar lamiéndose las heridas un buen tiempo y/o mirándote mal desde el otro lado de la frontera de tu reino. No, los vikingos llamaban varias veces a la puerta de tu casa. Muy fuerte. Con un hacha.

Daba igual el mes que fuera, siempre había excusa para hacer una incursión en las islas británicas. Puede que fuera invierno y los vikingos se aburrieran de helarse el culo en un país que alterna frío y oscuridad con aun más frío y oscuridad. Puede que fuera época de cosecha y al estar todo el mundo en el campo fuera más fácil de saquear y robarles a las mujeres. Puede que, por el contrario, se hubiera pasado la cosecha y los graneros estuvieran repletos de comida saqueable. Puede que simplemente los vikingos tuvieran ganas de bronca y tu tuvieras pinta de pringao.

Me he permitido hacer esta pequeña infografía de la función de las distintas zonas de un castillo durante un ataque vikingo

domingo, 24 de mayo de 2015

Pongámonos serios. Hoy: El ISIS



Esto lo estoy escribiendo con antelación, porque la entrada se subirá en domingo, habré ido a votar y estaré siguiendo tan de cerca los resultados electorales que no me quedaría tiempo para escribir. Y porque acabo de leer que el ISIS al final se ha quedado con la ciudad de Palmira.

¿Os acordáis de la época de antes del ISIS? Era la década de los 2000,  comenzaban sitios como Facebook y Youtube, George Bush hacia lo que le permitía su limitada inteligencia, las “vacas locas” y la “gripe aviar” eran el “ébola” de aquellos años, el Prestige se hundía en Galicia y yo aún iba al instituto. Era una etapa que se abría con el atentado terrorista más espectacular sufrido  hasta la fecha. Los 2000 fueron la década dorada de Al Qaeda.

Ah... los locos 2000'

Al Qaeda había estado financiada en tiempos por EEUU, ya que en la socipolitica de finales de la guerra Fría les venía bien para dar mal a los intereses de la URSS en Afganistán. Por lo menos hasta que algún iluminao le dio por usar la misma táctica para acabar con el malo malísimo que era Bashar al-Asad. Por aquel entonces, a principios de la década de los 2010, al-Asad era un tirano que asesinaba a su pueblo y los que se enfrentaban a él eran valientes milicianos.


domingo, 17 de mayo de 2015

La relevancia socieconómica de las mujeres públicas en la Edad Media (putillas medievales)



"Hey, ¿qué clase de fiesta es ésta? ¡No hay alcohol y sólo se ve una furcia!" 
- Bender, Futurama

La prostitución es conocida popularmente como “el oficio más viejo del mundo” y nunca ha existido en la Historia una discontinuidad provocada por la Edad Media.

Sí, se que es difícil creer que frente a una sociedad en la que los teólogos de la Iglesia llamaban a la castidad, se crease una prostitución institucionalizada por los órganos de poder de las ciudades que daba pingües beneficios. Pero ocurrió. De verdad.

La controversia de este tema era clara en los ambientes cristianos: ¿Era más lícito yacer con una profesional si así se reservaba al cónyuge para los “escarceos meramente reproductivos”?  ¿Era moralmente más correcto hacer el amor con una prostituta que “engañar” a una mujer casada o viuda para llevártela a la cama? ¿Era tan censurable la prostitución para el cristianismo cuando María Magdalena, canonizada santa, había sido prostituta? Estas preguntas propias de Telecinco se debatían con una seriedad digna de Punset porque lo que estaba en juego era tu ALMA.

Era obligatorio ponerlo

domingo, 10 de mayo de 2015

Travestismo rural victoriano: las Hijas de Rebeca



La época victoriana. Ese periodo caracterizado por burgueses tomando el té en casas de campo y señoritas que se debaten sobre cuestiones amorosas. Un momento ideal para leer novelas de Dickens, las hermanas Brontë u Oscar Wilde a la deliciosa sombra de un castaño en la verde campiña inglesa. Un momento en el que disfrutar de hombres travestidos de mujeres.

Espera un momento, ¿hombres travestidos de mujeres?

Si, en concreto rudos hombres de campo travestidos de mujeres, concretamente.

Probablemente te choque el concepto de que hombres de pelo en pecho, curtidos labrando durante años, les cogieran los vestidos a sus mujeres y, armados con enormes mazos y hachas, se dedicaran a demoler casetas de peaje con nocturnidad y alevosía. Realmente pintoresco.

Después de leerte la entrada, la típica muchedumbre armada y enfurecida te parecerá poca cosa si no incluye al menos un puñado de hombres travestidos armados con mazos y hachas 

domingo, 3 de mayo de 2015

Vikingos: El cani escandinavo de la Alta Edad Media



Los vikingos venden. Y no me estoy refiriendo a novelas románticas de vikingos sensibles de pecho depilado, pero altamente satisfactorios en la cama, que bien merecen un análisis algún día de estos (buscad en Google “novela romántica vikingo” si queréis ver un desfile de portadas protagonizadas por viriles torsos perfectos y cincelados). Estoy hablando de morlacos barbados y borrachos salidos del sobaco de un grupo cualquiera de power metal finlandés. Porque, seamos claros, una civilización que se dedica a escribir en piedra no puede ser muy sensible que digamos.

Que sí, que las corrientes historiográficas hablan de una progresiva emigración de los pueblos escandinavos hacia tierras más fértiles y cálidas, abandonando el frío norte, más o menos como ocurre ahora con los guiris en la Costa del Sol, pero no se engañe, querido lector: los vikingos no eran buena gente. De hecho, dudo que fueran gente.

Seres de grandes melenas y barbas acordes, con una afición por eviscerar monasterios enteros, como quien sale de excursión al campo, y más violentos que un cani puesto de coca hasta las cejas. Esos son los vikingos. Y sí, con el tiempo se asentaron en diferentes zonas de Europa y se integraron, pero no sin antes dar por culo a la población autóctona un buen rato. ¿Multiculturalidad? Los vikingos no conocían una palabra tan larga. Ellos venían a quemar aldeas, violar mujeres, masacrar personas y esclavizar niños, no a pagar pensiones.

La cofradía de carpinteros de la ribera de Oslo, preparando sus transportes para veranear en Inglaterra.