Pongámonos serios. Hoy: El ISIS

Esto lo estoy escribiendo con antelación, porque la entrada se subirá en domingo, habré ido a votar y estaré siguiendo tan de cerca los resultados electorales que no me quedaría tiempo para escribir. Y porque acabo de leer que el ISIS al final se ha quedado con la ciudad de Palmira.

¿Os acordáis de la época de antes del ISIS? Era la década de los 2000,  comenzaban sitios como Facebook y Youtube, George Bush hacia lo que le permitía su limitada inteligencia, las “vacas locas” y la “gripe aviar” eran el “ébola” de aquellos años, el Prestige se hundía en Galicia y yo aún iba al instituto. Era una etapa que se abría con el atentado terrorista más espectacular sufrido  hasta la fecha. Los 2000 fueron la década dorada de Al Qaeda.

Ah... los locos 2000'

Al Qaeda había estado financiada en tiempos por EEUU, ya que en la socipolitica de finales de la guerra Fría les venía bien para dar mal a los intereses de la URSS en Afganistán. Por lo menos hasta que algún iluminao le dio por usar la misma táctica para acabar con el malo malísimo que era Bashar al-Asad. Por aquel entonces, a principios de la década de los 2010, al-Asad era un tirano que asesinaba a su pueblo y los que se enfrentaban a él eran valientes milicianos.

Así que se usó la misma táctica que había salido mal con Al Qaeda: armar a fanáticos fundamentalistas para combatir a un malo malísimo. El único problema es que esos fundamentalistas religiosos empezaron a tener aspiraciones que iban más allá de derrocar al malvado dictador sirio. Esas aspiraciones delirantes pasaban por crear un califato que recuperara el esplendor del islam. Y así, el ISIS empezó a dar por saco.

El cartel promocional de la próxima película de Muhammad Bay

Mientras tanto, Al Qaeda había pasado al segundo plano de amenaza terrorista, como una organización que se limitaba a secuestrar, extorsionar y matar puntualmente. Ahora lo que acojona a Occidente es el ISIS, después de que Bin Laden tuviera una muerte digna de una película de Tarantino.

Ahora Bashar al-Asad resulta que no es tan malo, que los verdaderos monstruos son los islamistas radicales (novedad). Sin embargo, aunque es una guerra que está ocurriendo en suelo sirio, la estamo sufriendo todos aunque no lo sepamos.

Sirius Snape se dejó barba y se unió al ISIS

Mesopotamia fue la cuna de la civilización tal y como la conocemos actualmente, no en vano hay un dicho entre historiadores que dice que la “Historia nace en Summer” (pronunciado súmer, no sámer, que no es inglés). Los primeros que les dio por escribir en soporte físico fueron los sumerios, aunque sus sistemas de escritura fueran un galimatías.

En Mesopotamia estaba una de las siete maravillas del mundo antiguo: los Jardines colgantes de Babilonia. Había zigurats por todos sitios, leones con alas y dioses turbios a los que adorar. Grandes excavaciones llevadas a cabo por alemanes y británicos se dedicaron a descubrir los tesoros que escondía la tierra esa que estaba a caballo entre Asia y Europa. El Deutsche Orientgesellschaft (no me preguntéis como se pronuncia) había encontrado la Puerta de Ishtar y se la había llevado a Berlín.

Y eso hablando sólo de la parte más remota. Porque os puedo hablar del Imperio Persa, el Imperio seleúcida o de la época helenística que trajo Alejandro Magno a estas tierras. Como podréis comprender a estas alturas, con tantas civilizaciones pegándose de tortas en ese espacio, hay una gran cantidad de yacimientos arqueológicos jugosos considerados Patrimonio de la Humanidad.

Dibújame como una de tus chicas mequíes

Los miembros del ISIS han asaltado museos y destrozado estatuas porque las consideran paganas y que representan a falsos dioses. Pero eso no les ha impedido lucrarse con el comercio de antigüedades valiosas que han encontrado en esos museos. Porque una cosa es ser un maldito fanático religioso y otra no ser práctico.

Por ello, cada vez que el ISIS la lía con su fanática visión de califato medieval, perdemos todos. Cada ciudad volada por los aires porque representa una cultura preislámica es un yacimiento menos que estudiar. Cada artefacto perdido es una oportunidad menos de conocer civilizaciones antiguas.

Oriente medio no ha tenido Monuments men.