domingo, 24 de noviembre de 2013

El lunes de las Navas


Esta semana pongo fin a la trilogía de batallas que configuraron la Europa occidental: las Navas (1212), Muret (1213) y Bouvines (1214).

Corría el año 1212, un número bonito con una atractiva simetría, concretamente un lunes 16 de julio. Como todos los lunes, a nadie le apetecía madrugar para ir a sus respectivos puestos de trabajo (si la tarea de un siervo feudal puede considerarse “puesto de trabajo”). El tráfico era especialmente denso en los alrededores de la villa jienense de Santa Elena, cerca al paso de Despeñaperros, lo que suponía serias dificultades para pasar de la meseta Castellana a las dehesas andaluzas.

¿Se había puesto de moda el vacacioneo de sol y terracita? No. Bueno, si, porque puede que para los europeos que habían acudido desde todas partes de Europa a la llamada de cruzada de Inocencio III sí que les sedujera más la idea de venir por la Península que cruzar el Mediterráneo a Tierra Santa.

Y todo esto para que construyan esta aberración arquitectónica de museo conmemorativo.

lunes, 18 de noviembre de 2013

1934: el año que los mineros asturianos se cabrearon



Cuando el 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República en medio de una aclamación popular similar a la de las fiestas patronales de cualquier pueblo, nadie iba a pensar que tres años después llegaría un intento de revolución por parte de la izquierda (anarquistas en su mayor parte). Al gobierno republicano provisional inicial le sucedieron dos años de gobierno progresista y luego, en unas nuevas elecciones, ganó la derecha por dos años más.

La cosa es más complicada de lo que parece así que me permitiréis ponerme un poco brasas. Durante el bienio progresista se había llevado a cabo una serie de medidas que separaban al Estado de la Iglesia. También se había acometido un tema que llevaba lastrando a la sociedad española desde el final de la feudalización: el reparto desigual de la tierra. Ante esos dos temas la postura del bienio progresista era clara, acabar con los privilegios sociales de la Iglesia y repartir las tierras de los grandes terratenientes entre los jornaleros.

La derecha por supuesto no estaba de acuerdo con estas reformas, por eso la CEDA pactó con el Partido Republicano Radical (que de radical sólo tenía el nombre) y poco a poco fue desplazando o absorbiendo a los republicanos hacia la derecha accidentalista (los que decían que la república estaba bien, pero que si había otro sistema no le iban a hacer ascos, vamos).

Un mapa ilustrativo. Los mapas siempre hacen bonito. Ponga más mapas en su vida. Espacio patrocinado por la Asociación de Cartógrafos Españoles.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Tiznaos: la locura automovilística de la Guerra Civil



La Guerra Civil es un episodio traumático de la historia de España que para muchos aun es polémico (y hasta de mal gusto) hablar de él.  No voy a hablar de sufrimiento ni desgracias, tampoco de dramas humanos. Voy a hablar de algo mucho más amable y divertido: los tiznaos.

Al inicio de la Guerra los vehículos blindados brillaban por su ausencia en ambos bandos. Con las zonas industriales (Cataluña y País vasco) de parte de la República, empezó una demencial carrera armamentística por blindar el mayor número de vehículos que se pudiera y enviarlos a apoyar a los soldados en el frente.

A parte de los adefesios que os voy a mostrar, había algunas formas y diseños que se adelantaron a su tiempo

Cualquier grupo de obreros (o sindicato, o unión de anarquistas, grupo de amigos, club político y un amplio etcétera de grupo de dos o más personas) con acceso a un taller mecánico y un vehículo con ruedas, podía participar en la extravagante competición por blindar vehículos que no estaban pensados para la batalla. Desde camiones a autobuses, desde tractores a coches familiares, todos eran susceptibles de ser blindados de forma artesanal con más buena voluntad que juicio.

Debido al enorme catálogo de vehículos con ruedas que se podían requisar y de la variedad de gustos de los artesanos, no había dos tiznaos iguales. Por no hablar de lo heterogéneo políticamente que era la zona republicana, en la que muchos sindicatos y partidos políticos buscaban el crear el tiznao más impresionante con fines puramente propagandísticos. Incluso dentro de las grandes fábricas como la Hispano Suiza o la Field-Barna, los diseños cambiaban ligeramente de un modelo a otro: uno podía tener una ametralladora en la torreta, otro unas chimeneas de aireación…


Este modelo de la Field-Barna siempre me recuerda a un hipopótamo o un cacahuete anarquista


martes, 5 de noviembre de 2013

Calabaza's day


El otro día, mientras paseaba por el centro de mi ciudad natal, una pareja de religiosos estaban repartiendo panfletos. Yo, curioso, cogí uno de ellos (me refiero al panfleto, no al religioso) y para mi sorpresa reflejaba una visión bastante apocalíptica de Halloween.

Según el texto parece que cada año las calles amanecieran llenas de niños muertos por caramelos envenenados o llenos de cristales como sacrificio a Satanás. A lo largo de todo el texto se relacionaba halloween con las prácticas paganas y satánicas temibles, y no menos abominables, cuyos protagonistas eran niños inocentes.

Como si los niños fueran siempre inocentes. Me acuerdo yo de lo crueles que pueden llegar a ser los niños. En mi colegio lo que abundaba eran pequeños monstruos que  se alejaban mucho del niño estereotipado de inocente candidez.

A lo que íbamos, la festividad de Halloween. Parece que efectivamente tiene influencia celtica, romanizada y posteriormente cristianizada, pero celtica al fin y al cabo. Cuando en los siglos XVII y XVIII los irlandeses emigraban en masa a lo que hoy es Estados Unidos, esta arraigada tradición cruzó el charco y echó raíces allí también. Actualmente en casi todo el mundo se celebra con más o menos fuerza, pero son los países anglosajones los que se llevan la palma.

Celtas: elijas truco o trato tu casa va a acabar en llamas y encima no se caracterizan por llamar educadamente a la puerta