Ayer estaba ocupado y no pude escribir a tiempo, pero mira, es que me he dado cuenta que si dejaba de escribir esta entrada os ibais a pegar un mes entero sin saber si sigo vivo o no, y eso no se puede tolerar. Por mucho espíritu navideño y toda la pesca que quieras, no se puede tolerar. Así que bienvenidos a esta entrada un lunes.
Hasta ahora no me
había importado que los ingleses hicieran cosas de ingleses. Hasta ahora, que
he querido comprar miniaturas para autorregalármelas por Navidad. Y el
informarme sobre los posibles recargos en concepto de importación me hace decir
para mi mismo “putos ingleses” cada vez que miraba los catálogos de miniaturas.
El Reino Unido
siempre ha estado al lado de Europa, pero nunca ha estado realmente dentro
de Europa. Le ha gustado estar en Europa en cuanto a voz y voto, pero los
ingleses siempre han sido muy suyos en cuanto a personalidad, y nunca les ha
gustado que desde el continente les dijeran lo que podían o no podían hacer.
Dicho de otra forma: mandar, bien, pero obedecer, mal.