A lo mejor soy yo, que estoy escribiendo esto una noche
electoral y estoy teniendo un deja-vu de hace un par de semanas, pero estoy
casi seguro que ha pasado ya un tiempo que dije un par de verdades como puños
sobre Barcelona. Y, visto que la afluencia de turistas no ha caído a mínimos
históricos, puedo proseguir con mi cruzada personal para hundir la tasa de
turismo de mi país.
Hoy voy a hablar de la capital de las Españas, la Villa y
Corte, la ciudad de la boina negra perpetua... niños, pedid a vuestros
progenitores que no visiten ese pozo de maldad que es Madrid.
Al contrario que otras ciudades de mayor confianza y gusto
estético, Madrid no tiene constancia de asentamiento humano estable hasta la
invasión islámica. Si nos ponemos puntillosos hay constancia de restos de
actividad humana, pero encontrar unas piedras de sílex en el término municipal no
son base para decir que Madrid tuvo poblamiento prehistórico.
Madrid en hora punta durante la Antigüedad.