Hoy me ha salido el titulo un poco largo, pero es que el coronavirus nos va a matar a todos, como ya hizo la
Peste Negra de una forma mucho más horrible. La muerte es inexorable e inevitable pero, por ahora, párate a disfrutar un momento de estas palabras
escritas que aparecen en la pantalla de tu ordenador. Que mañana puede toser
una persona a tu lado y luego qué ¿eh? ¿qué?
La Europa del siglo XIV iba provocando: ya no había
grandes invasiones ni guerras, el comercio era próspero y lucrativo, las
ciudades estaban llenas de vida y gente… de hecho la población crecía tanto que
no había comida para todos. Pero ya se sabe cómo son estos siervos, que se les
deja comer tres veces al día y te terminan pidiendo elegir a sus representantes.
La Peste Negra surgió de la globalización que supuso
el comercio a larga distancia en la Edad Media. ¿No queríais sedas y especias
del Próximo Oriente? Pues toma una enfermedad que diezma al más de un tercio de
la población de Occidente (y en torno a la mitad de la población de los reinos
mediterráneos). Y aun encima tuvo varios revivals menores a lo largo de los siglos
siguientes, para que la gente no se acostumbrara a eso de no morir horriblemente, porque no hay nada más viral que la enterobacteria Yersinia pestis.
Por una parte murieron millones de personas, por otra parte se alcanzó la cima en cuanto a modas médicas.
Ahora sabemos que la Peste Negra la transmitían las
pulgas que vivían en las ratas, pero en la época se encontró rápidamente al
culpable: los judíos. El intelectual medieval medio sabía que los judíos eran
la causa de todo lo malo que ocurría, porque ellos habían matado a nuestro
señor Jesucristo. Y porque les gustaba mucho el dinero, claro. La lógica medieval relacionaba "está muriendo mazo de gente por algo raro" "los judíos ahora se estarán dedicando a envenenar a los pozos porque quieren la ruina de los buenos cristianos".
El caso es que el hecho de que la gente estuviera
muriendo a tu alrededor como que justificaba matar a los judíos. Comunidades
enteras fueron expulsadas o linchadas por la típica turba que lleva horcas y
antorchas. Aunque los estudios apuntan que la Yersinia pestis (que tiene nombre
de choni de barrio) se inició en China, como el Coronavirus, demostrando que
hay algo en China que nos quiere más que muertos a los seres humanos.
Edad Media: ahora con mas tetas* por todo el cuerpo.
* Oferta aplicable también a hombres.
* Oferta aplicable también a hombres.
Las cuarentenas en la Edad Media no eran tan a
rajatabla como las cuarentenas ahora, así que como la gente moría a puñaos en
las ciudades, se marchaban al campo. Como ocurre en el Decamerón, que básicamente
es un libro en el que un grupo de personas se montan un fuego de campamento y
se cuentan historias mientras la Peste azota el mundo, al más puro estilo
MadMax pero medieval.
Si tenías fiebre alta, tos sanguinolenta, bubones y
manchas en la piel… estabas jodido, muerte segura. Eso era como los zombies de
ahora, solo que en vez de esconder la mordedura escondías los bubones de las
axilas, y en vez de notarse las venillas negras por la piel se notaban las
manchas. Lo de escupir sangre por diversos orificios se mantiene en las dos
versiones.
Milán se salvó de la Peste Negra, pero ahora es zona
de cuarentena del coronavirus.
Enfermedades – 1
Milán – 0
El miedo venía de que el periodo de incubación y
latencia era muy grande, y el huésped de la enfermedad apenas mostraba
síntomas. Pero en torno a los 20-30 días, el enfermo sufría un pico en el que
la enfermedad podía matarlo en un par de días. La parte buena es que si sobrevivías
a cuatro o cinco días del sufrimiento más absoluto, estabas inmunizado y no lo
volvías a coger.
Por eso no hay que dejarse llevar por el miedo. El
Coronavirus no te hace crecer antiestéticos bubones que revientan y lo ponen
todo perdido de pus que huele a pus putrefacto. Tampoco te hace vomitar los órganos
internos en una fina papilla sanguinolenta. El Coronavirus es una gripe fuerte,
a la que alguna vez se le coló un abuelo esperando el autobús y ahora quiere
vengarse de la tercera edad.
Si dejamos de dar dos besos, si nos lavamos las manos
siempre, si dejamos de toser con la boca abierta en el autobús… ¿no estaremos
siendo esclavos de la OMS? ¿Queremos vivir con miedo perpetuo al contagio? ¿Acaso
no merece la pena morir, pero siendo todo lo antihigiénicos que nos gustaría
ser?
La Edad Media dice: sí, merece la pena.
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