domingo, 18 de abril de 2021

Felipe de Edimburgo está un poco chungo

 


Si hay una costumbre que he adquirido en estas últimas semanas, probablemente haya sido la de hablar de cualquier tema, pero una semana tarde. Esto está basado en una serie de decisiones desafortunadas, que me hacen siempre ir detrás de las vanguardias. Y seguramente está fundamentado en la desafortunada decisión inicial de empezar una carrera de letras.

El caso es que, no sé si os habéis enterado, pero el Duque de Edimburgo nos ha dejado, estando el chavalote en la flor de la vida.

Llegar a casi un siglo de vida es motivo de admiración para los ingleses. Conseguir llevar casi 100 años resistiendo las tentaciones de saltar, en ropa interior y bajo los efectos del alcohol, desde un balcón es lo que diferencia a un true gentleman de la chusma. El funeral de estado es por eso, no os engañéis.

Thomas-Oliver y su esposa Poppy, fotografiados cerca de su granja en Gales.

Un día estas disfrutando de tu juventud y al día siguiente estás muerto. Pum. Y ya no tienes que hacer declaración de la renta. Pero no os lamentéis por Felipe de Edimburgo, en el caso de ser inglés, es un cambio a mejor. Sí, también estoy al tanto que no era étnicamente inglés porque era de ascendencia griega pero, mira, haz el esfuerzo de pensar que el consorte de la Reina de Inglaterra era inglés.

Las alianzas geopolíticas de las monarquías es lo que tienen. Si no puedes acceder al trono de tu país, siempre puedes buscar otros países con herederas solteras que te garanticen el trato de “su majestad” que tanto necesitas para subsistir con dignidad. Con la guerra greco-turca de 1920, Grecia había dado la patada a la monarquía como forma de gobierno, y la familia real griega se tuvo que buscar las habichuelas arrejuntándose con otras familias reales del mundo.

Felipe de Edimburgo hablando de sus hábitos de sueño.

Isabel II fue la elegida para el joven y apuesto Felipe de Edimburgo que, en 1947 (año del matrimonio), aun era más joven y apuesto que a sus 99 años. Después de la boda, procedieron a hacer el delicioso como reales mandriles, y fruto de esas noches de pasión regia nació Carlos, príncipe de Gales, y famoso por tener las orejas mas grandes de toda la Mancomunidad de Naciones.

Pero no hablemos de jocundos nacimientos de herederos eternos, estábamos hablando de tristes defunciones.

Felipe de Edimburgo murió el 9 de abril de 2021 tal y como vivió la mayor parte de su vida: siendo viejo, en el Castillo de Windsor. Y no fue enterrado hasta el sábado 17 de abril. Lo cual quiere decir que lo han tenido algo más de una semana secándose al sol, aunque dado el grado de momificación que ya tenía el pobre, no ha generado problemas de olores.

Felipe de Edimburgo haciendo una de las cosas que más gusta a los ingleses desde la industrialización: la explotación laboral infantil.

Los reyes Felipe VI y Letizia Ortiz telegrafiaron a la reina Isabel, dirigiéndose a ella como "querida tía Lillibet" (porque todas las familias reales son medio primas), y trasladando sus condolencias a la reciente viuda de su "querido tío Felipe". Por su parte, Juan Carlos I le envió un whatsapp que decía “a ver si quedamos un día de estos, que hace mucho que no nos vemos guapa” y, ante el silencio de la monarca británica, envió una foto de sus genitales.

En realidad, fuera bromas, Inglaterra entera sufrió un luto casi medieval, que me sobrecoge. A la tradicional bandera a media asta que se hace en todas partes, hubo de sumar que los presentadores de televisión debían vestir de negro, campaneo de la Abadía de Westminster durante 99 minutos, música solemne en las radios y documentales biográfico-serviles diciendo lo gran persona que era el fiambre.

Felipe de Edimburgo también era miembro de la Nobilísima Orden de la Jarretera, que siempre me ha parecido una asociación de fetichistas de la lencería, pero por lo visto es uno de los honores mas grandes que puedes tener. Reflexionad.

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