Pregunté por Twitter y se desató una pequeña Guerra Civil
entre los que estaban saturados de Cataluña y los que querían barro. Al
cerrarse la encuesta, el 33% quería que los dejaran en paz y el 66% quería que
entrara en el berenjenal.
[Respiro hondo]
Allá vamos. Y lo voy a hacer con la difícil tarea de pasar
de toda la cuestión histórica y las pajas mentales de barra de bar de “los
catalanes lo que quieren es…” y “la Unión Europea quiere…” para evitar un texto
ETERNO.
España y Cataluña. Cataluña y España. Cuando iba a primaria
todos lo teníamos claro: los que se pelean se desean. Me gustaría que fuera tan
jodidamente sencillo como eso. No es una cosa de negros y blancos. No hay una
Cataluña vanguardista preocupada por sus ciudadanos enfrentada a una España
atrasada y dictatorial. Ni unos catalanes taimados quemabanderas que ofenden
los sentimientos españoles del resto de la noble nación.
- Joder, ya me he puesto perdido de sangre ¿tenéis un trapo para limpiarme las manos?
- No, pero tengo este escudo amarillo que...
- Me vale.
Hasta entonces, España había cogido mucho a Cataluña vía
impuestos, es cierto, pero no la había esquilmado. Durante mucho tiempo se
había fomentado la industria en Cataluña, creando una red de infraestructuras
que comunicaran con el resto de Europa bien por Cataluña, bien por el País
Vasco, como “compensación” para los independentistas. 2012 fue el acelerador
que desencadenó una ola de nacionalismo por toda Cataluña en los años
posteriores, haciendo que políticos no independentistas como Artur Mas (que a
principios del 2000 no era independentista) se radicalizaran.
Barcelona en 1929 sí que estaba espectacular.
¿Qué? ¿monotemático yo?
¿Qué? ¿monotemático yo?
Cataluña tampoco había sido siempre esa “república de
izquierdas” que parece publicitarse tanto en la propaganda nacionalista. ¿O hay
que recordar quiénes apuntalaron gobiernos de Aznar a finales de los 90? El
famoso Tripartito que afianzó a Aznar en el poder allá por 1996 llevaba el
apoyo de los nacionalistas catalanes como pilar fundamental. Y estas buenas amistades
en el eje Madrid-Barcelona se explican con la relación simbiótica del párrafo
anterior. Lo cual me lleva al siguiente punto importante pero que parece ser
difícil de comprender por muchos catalanes: España no es el PP.
Por mucho que al PP se le llene la boca con la palabra
“España” hay muchas concepciones diferentes del fervor patriótico que no
encajan con lo que creen que hay más allá de sus fronteras. Incluso hay
republicanos federalistas que abogan por un Estado Español formado por
diferentes regiones con identidad cultural propia. Llámame loco, pero yo veo
más deseable una federación ibérica con Portugal que una escisión de Cataluña.
Lo cual nos lleva a lo siguiente.
Estamos pensando siempre en el chovinismo regionalista de
“mi tierra” pero ¿qué peso económico o demográfico puede tener esa nueva
Cataluña en la Vieja Europa? Mónaco, Luxemburgo y otras micronaciones (incluso
Andorra) tienen una poderosa maquinaria económica detrás que los sustenta. En
caso de independencia ¿qué sustentaría la economía de la República Catalana?
Recordemos que sería un país autónomo, con sus pensiones y Seguridad Social, su
administración y su todo.
El barco lleno de policías nos ha mostrado el verdadero poder de Madrid: el Parque Warner.
No creo que sea el momento más adecuado para el referéndum
porque, entre otras cosas, no está maduro. Puede haber toda la presión social
que quieras hacer en la calle, pero no hay un proyecto que avale las nuevas
estructuras estatales más allá de “todo seguirá como está porque la UE nos
dejará hacer de todo, pero sin los imperialistas españoles de por medio”.
Simplemente no es un proyecto realista tal y como están las cosas.
Lo cual no quita que el PP lo esté haciendo vergonzosamente
mal. Sencillamente, el hecho de que el PP no sepa manejar la situación no da
automáticamente la razón a los nacionalistas, aunque cada medida que tome cree
chorrocientos nacionalistas más en el proceso. Incluyendo medidas tan
disuasivas como meter a cientos de policías en un barco de los Looney Tunes.
¿Que los catalanes quieren votar? Que voten, faltaría más.
Si el referéndum se hubiera realizado en aquel 2012, los resultados hubieran
sido más favorables para España que de celebrarse hoy en día. Una votación no
vinculante podría servir para tomar el pulso a la ciudadanía catalana y obrar
en consecuencia para mejorar las relaciones y evitar una ruptura violenta.
Aunque muchos catalanes sigan actuando como si su mierda no
oliera, espero que el Gobierno de España cumpla con el mismo fervor otros
puntos de la Constitución.
BONUS: Mi porra para el 1-O.
Habrá poca participación y mayoritariamente votantes del SI (¿a alguien le cabe duda?). Los resultados darán una abrumadora victoria a los independentistas, quitará importancia a la baja participación excusándose en la represión de las fuerzas policiales y su discurso será el de un vencedor. Por otra parte, España centrará su discurso en la carencia de validez debido a la poca participación, la anticonstitucionalidad que lleva repitiendo todo el rato y utilizará también un discurso de vencedor.
Conclusión: ambos contendientes se dirán vencedores, ninguna asumirá los errores que han cometido a lo largo de este "tira y afloja" y todo esto sólo habrá servido para empeorar una relación ya de por si viciada.
BONUS: Mi porra para el 1-O.
Habrá poca participación y mayoritariamente votantes del SI (¿a alguien le cabe duda?). Los resultados darán una abrumadora victoria a los independentistas, quitará importancia a la baja participación excusándose en la represión de las fuerzas policiales y su discurso será el de un vencedor. Por otra parte, España centrará su discurso en la carencia de validez debido a la poca participación, la anticonstitucionalidad que lleva repitiendo todo el rato y utilizará también un discurso de vencedor.
Conclusión: ambos contendientes se dirán vencedores, ninguna asumirá los errores que han cometido a lo largo de este "tira y afloja" y todo esto sólo habrá servido para empeorar una relación ya de por si viciada.
Como catalán votoblanquista (lo que diga la rubia, estoy cansado de que digan "mi país es mejor") creo que este conflicto está demostrando el poder de los medios de comunicación en el siglo XXI. La España que Catalunya quiere tener cerca es la que no sale por la TV, la que no pone Tendido Cero en horario infantil y la que escribe blogs como este. Pero, desgraciadamente, esa España no tiene peso alguno en los medios de comunicación. Luego está la Catalunya consciente que nuestros dirigentes (Mas, Pujol, etc.) son igual de derechas que la rancia España, pero mientras los abuelos de los unos preferían mantener campo, ser llamados señoritos y atar a gente a arados, los otros montaban industria, ataban a gente a colonias industriales y pedían (y conseguían) aranceles para los productos extranjeros, no sea que no pudiesen hacerse sus casoplones como la Pedrera, la Casa Batlló, etc.
ResponderEliminarPerdón por la divagación, pero es que los medios nos azuzan los unos a los otros cuando realmente a todos nos gusta el buen comer, el buen beber y el buen foll... Digooo, la buena cultura.
Esto con Don Miguel no pasaba. Menos sostenes y más somatenes.
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