domingo, 25 de mayo de 2014

El trabajo de los indígenas Americanos tras la conquista: Las encomiendas



La entrada de hoy va dedicada a todos aquellos que visitan mi blog desde Hispanoamérica. La entrada de hoy va sobre “El trabajo de los indígenas Americanos tras la conquista: Las encomiendas”.

Cuando España puso sus pies en América era obvio que buscaban una rentabilidad que no les ofrecía ni Bankia en sus buenos tiempos. ¿Y qué mejor que sacar el oro rápido antes de que vinieran piratas ingleses u otros colonizadores? Si algo sabían los españoles que emigraban al Nuevo Mundo es que estaba todo lleno de oro ¿esa piedra de allí? Oro ¿Qué hay una ciudad que se llama El Dorado? Pues porque es de oro ¿Estupendas estatuillas de arte indígena? Yo solo veo oro.

Oro por todas partes en una especie de paranoia. Cualquier indígena estaba escondiendo oro, porque obviamente todos tenían enormes cantidades de metales preciosos escondidas. El subsuelo estaba también estaba lleno de riquezas, como el descubrimiento de las Minas de Potosí (1545) parecía confirmar.

Que te arrojen el oro a tus pies es impresionante, pero luego vas a tener que romperte la espalda barriéndolo
La economía de los indígenas americanos (mayormente, aztecas, incas y en menor medida porque ya estaban en decadencia, mayas) estaba basada en la agricultura de subsistencia extensiva, o lo que es lo mismo: agricultura tomada con la calma. A la agricultura la complementaba una ganadería discreta de pequeños ganados trashumantes. Lo que no habían experimentado era el duro trabajo que les iba a caer encima.

La Corona distribuyó a los indígenas entre los colonizadores españoles como mano de obra (como en las Antillas) o en aldeas que tributaban al conquistador como si de un señor feudal se tratase (en la mayor parte del continente). En cualquier caso la mentalidad del encomendero era la misma: no había cruzado un océano para seguir siendo pobre.

Los indígenas, poco habituados al trabajo regular, tuvieron que ser “convencidos” mediante las armas, lo que se tradujo en un régimen de semiesclavitud para muchos de ellos. Las condiciones inhumanas en las que tenían que trabajar se cobraron la vida de muchos que habían ido a parar de encomenderos sin escrúpulos. ¿Qué trato se podía esperar de unos conquistadores que se habían ganado las encomiendas conquistando y matando indios? Quiero decir, es como si a Rambo le hubieran dejado administrar un poblado de norvietnamitas por su participación en la Guerra de Vietnam.

Razón nº 57 por la que sería mal encomendero: se me podría pagar en chocolate

Tu supervivencia dependía de tu suerte. El encomendero podía pensar que los indios eran poco menos que salvajes y paganos, por lo que era perfectamente legitimo explotarlos hasta la muerte. Por otra parte había otro sector que creía en la figura del “buen salvaje” y que su estado se debía a que no habían conocido a Dios, por lo que una vez dentro de la Iglesia Católica debían ser considerados siervos de la Corona con tantos derechos como los de la Península. Por extraño que nos parezca, en aquella época el tema de debate estrella era si los indios americanos podían ser considerados humanos o debían ser considerados poco más que animales.

Grandes figuras que posteriormente lucharían contra la explotación de los indios fueron inicialmente encomenderos, como Fray Bartolomé de Las Casas. De Las Casas, escandalizado por el trato que estaban teniendo los indígenas en manos de otros encomenderos, lo denunció públicamente en la propia Corte real. Esta denuncia lo hizo merecedor del título de “Procurador o protector universal de todos los indios de las Indias”, algo redundante pero ciertamente impresionante.

Bartolomé de Las Casas haciendo como que no se entera de que un indio le está robando un libro y poniendo cara de circunstancia

La situación de los indígenas se fue regulando y mejorando paulatinamente. Tampoco muy deprisa, que los reyes estaban a (literalmente) medio mundo de distancia y podían decir lo que quisieran que los malos encomenderos seguirían con sus hábitos. La consideración del indígena mejoró y se le consideró vasallos de la Corona, lo que potenciaría el mestizaje en los siglos posteriores.


Si, los españoles hicimos cosas malas en nuestra época colonial, pero aprendimos en el siglo XVI que aquellas personas del otro lado del mar debían ser considerados humanos. Los ingleses en el siglo XX aun no habían comprendido ese punto.

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