Volvemos a las recomendaciones.
Aun a riesgo de resultar monotemático últimamente, hoy os
voy a hablar de “La Guerra Civil”, el trabajo de Paul Preston trasladado al cómic
de la mano de José Pablo García.
Primero, os debería introducir algo de Paul Preston, para
que sepáis cómo va esto. El bueno de Paul es uno de los hispanistas más
destacados en la actualidad. Es doctor en Historia por la Universidad de Oxford
y catedrático de Historia Contemporánea española, que ahí es nada. Junto con Raymond
Carr y Hugh Thomas son el triángulo de hispanistas especializados en el periodo
de la Segunda República y la Guerra Civil. Como las Supernenas, pero con
Franco.
Tanto las Supernenas Hispanistas como Julián Casanova
(amiguete suyo, de aquí) son conocidos por criticar duramente al régimen
franquista. Aunque se basan en estudios y en material documental, como todo
buen historiador, han levantado no pocas polémicas con estudiosos de la
historia más vintage. Con esto quiero decir que, si eres de esos que te gusta
leer a Pío Moa y César Vidal, probablemente no te guste Paul Preston.
Paul Preston, poco antes de arrebatarles el Arca del Alianza a los nazis.
Pero, entrando ya en lo que cuenta el cómic. Si sois
estudiantes o tenéis un presupuesto limitado, lo primero que queráis saber es
el precio: alrededor de 20 áureos. No es algo especialmente caro (si tenemos en
cuenta los precios de los cómics en general), pero si podéis convencer a
vuestro progenitores de que es “lectura recomendada” en la carrera, mejor que
mejor. Hablo desde la experiencia, créanme.
A lo que iba: tapa dura, papel de buen gramaje, 239 páginas…
lo que se dice un buen cómic. O “novela gráfica”, si sois de esos modernetes
barbudos que intentar hacerse los intelectuales de forma desesperada. En blanco
y negro, eso sí (aunque, en realidad, es una mezcla de negro, gris, naranja y
espacio en blanco, utilizados de forma que se complementan y sombrean entre
ellos y que le da un aspecto diferente a las viñetas).
Hay una regla no escrita sobre la Guerra Civil que dice que si no aparece una imagen alegórica del Guernica de Picasso, te devuelven el dinero.
La obra, como comprenderéis con 239 páginas, es inmensa.
Comienza tratando someramente el siglo XIX y la problemática de la Restauración
y sus corruptelas. Estos son los antecedentes lejanos de la Segunda República y
de la Guerra Civil, enmarcados en la “Larga Duración” braudeliana (los historiadores
sabréis a lo que me refiero). Prosigue exhaustivamente con los antecedentes
inmediatos, como la Dictadura de Primo de Rivera (¡hurra!) o el clericalismo militante
tan característico que ha tenido España.
Tiene también un breve epílogo, de apenas 10 páginas, sobre
memoria histórica y consecuencias del fascismo. Es el ese puñado de páginas
donde se puede apreciar la militancia del autor y, de alguna forma, su opinión personal.
Es como cuando en el instituto te obligaban a incluir una reflexión personal al
final de cualquier trabajo. El resto del trabajo narra el drama de la Guerra Civil con bastante habilidad y
neutralidad histórica.
Mirad que nariz le han puesto a Miguel Primo de Rivera. MIRAD.
El que se compre el cómic esperando un “Hazañas Bélicas” se
está equivocando. El trabajo de José Pablo García es la transferencia de la
obra de Preston al lenguaje del cómic. Por eso hay mucha narración y poca
acción: el lector se encontrará con viñetas que representan el panorama general
o una idea concreta, apuntadas por cuadros de texto explicativos. En general, la
información que más abunda en el libro es la sociopolítica, tanto en el
panorama nacional como en el panorama internacional. Como debe ser.
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