Parece ser que Obama se está dando un paseo, de esos de
bienquedar, por España. Llegas, te haces unas fotos con los mandamases de turno
y con Rajoy, y te vuelves a Estados Unidos. Aprovechando esto, vamos a repasar
la Guerra de Independencia Americana.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es lo que
significa ser una colonia. No me refiero a los perfumes esos que tienen
anuncios freudianos sobre el magnetismo. Estamos hablando de un territorio
geográfico vinculado a una metrópoli, que puede o no tener legislación
diferenciada y economía dependiente. En otras palabras, los territorios
ingleses en Norteamérica estaban enfocados a un único propósito: sacar el
máximo posible de beneficio y enviarlo a la metrópoli. Para mayor gloria de la
monarquía británica. God sabe the Queen y todo eso.
No es de extrañar que hubiera gente que se cabreara con la
monarquía pidiendo más y más, como un huérfano pide más gachas en una novela de
Dickens. Gran Bretaña cobraba impuestos de casi todo, como el papel, el vidrio
o la pintura. A pesar de que los colonos de Norteamérica habían ayudado a los
británicos a pegar a los pedantes francófonos de Quebec, no recibieron grandes
compensaciones ni recortes en sus muchos impuestos.
¿Hueles eso? es el olor de la DEMOCRACIA
Quebec quedó anexionada al enorme crisol colonial británico
y arrancada de manos de los franceses. Por su parte, los habitantes de Quebec
recibieron un trato respetuoso tras la conquista y un status jurídico similar
al de las demás colonias. ¡Un trato respetuoso! ¡A pesar de que habían sido
conquistados! ¿Qué clase de monstruo hace eso?
Entonces, los colonos norteamericanos, cabreados, golpearon
donde duele a los ingleses: en su té. Un grupo de colonos arrojó al agua todo
un cargamento de té que llegaba a las colonias, en lo que se llamó “el motín
del té”. Era 1773 y era Boston. Este sería el primero de los actos en contra
del rey Jorge III.
En 1775, en Boston también, empieza el meollo de la
independencia americana: los ingleses sitian la ciudad y se crean milicias para
defenderla de la, abro cita textual, “tiranía del rey Jorge III”. Hay batallas,
hay un tira y afloja, la cosa sigue con tortas por todos sitios y los
estadounidenses crean todo un mito en torno a los que ocurre.
El propio 4 de julio de 1776, día con una parafilia especial
para los estadounidenses, se aprueba la Declaración de Independencia y se
declara que las 13 colonias, a partir de ahora, serán estados libres e
independientes. La Declaración es todo un alegato a las teorías filosóficas de
Locke, basándose en que cualquier gobierno deja de ser legítimo si no responde
a las necesidades de sus gobernados.
De esta forma, se proclamaba a los cuatro vientos que todos
los hombres nacen iguales y poseen ciertos derechos inalienables, entre ellos
la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, y que ningún rey podía
arrebatarles esos derechos. Todo muy bonito si no nos paramos a pensar en que
un quinto de la población colonial la formaban esclavos negros que ni pinchaban
ni cortaban en todo esto.
Todos los hombres nacen libres e iguales. Excepto los negros, que tienen que trabajar para sus dueños porque... esto... ¿"Todo ese algodón no se va a recoger sólo" cuenta como razón, señor Jefferson?
De hecho, el ejército norteamericano estaba compuesto por
milicianos y armas anticuadas. ¿Qué cómo ganaron la independencia entonces?
Bueno, primero tenemos que tener en cuenta que un viaje transoceánico en el
siglo XVIII tenía muchos peligros, al que además hay que sumar la manutención
de dichos soldados durante el largo viaje; por lo tanto, el transporte de
tropas era lento y tortuoso. Además, los franceses ayudaron a los rebeldes,
para vengarse de esos ingleses que les habían quitado su querida Quebec.
Las otras potencias europeas que odiaban a Inglaterra
empezaron a presionar. España llegó a sitiar Gibraltar sin éxito en el año 1779
y recuperó Menorca en 1782 (que sí, que había estado bajo control inglés). La
guerra de guerrillas a pequeña escala hostigó a los ingleses, que no tenían un
centro neurálgico importante en el que reagruparse. El final es el que todos
sabemos: gana Estados Unidos, país de la libertad, tierra de los valientes, el
lugar donde tus sueños se hacen realidad y bla bla bla.
En otra ocasión os contaré como el voto de un esclavo valía 3/5
de persona.
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