Últimamente estoy oyendo mucho la frase “es que
estamos yendo hacia otra Guerra Civil” y, detrás de ese análisis de geopolítica
de barra de bar, no hay nada que lo sustente. Que lo mío también es un poco de
barra de bar, pero por lo menos es un bar de universitarios con dos másteres.
Que no sé si será exclusivo, pero por lo menos tiene una decoración bastante
cara.
La Guerra Civil es la culminación de un “tira y afloja”
entre revolución y reacción. Por un lado están los movimientos revolucionarios
que surgen avivados por el triunfo de los soviets en Rusia. Por otro lado está
la reacción de los estratos conservadores, que veían como los procesos
revolucionarios les hacían peligrar el chiringuito y que, entre otras cosas,
hicieron que se arrojaran en brazos del fascismo o dictaduras militares.
Hay que señalar que no es algo propio de España, en
muchos países de Europa estaba ocurriendo. Lo raro era que la democracia
siguiera en vigor en tal o cual país. Después de la Segunda Guerra Mundial, países
como Francia o Italia tuvieron una pequeña guerra civil interna porque estaban
internamente desestabilizados.
Razón nº 53 por la cual no puede haber una nueva guerra civil en España: los carteles de antes son los memes de ahora. Y eso, quieras o no, desluce un poco la propaganda.
Pero a lo que vamos, la Guerra Civil Española. Que
actualmente no existe ese conflicto entre revolución y reacción. Todos los
partidos son demócratas, más o menos radicalizados y más o menos inclinados a
las triquiñuelas electorales, pero demócratas al fin y al cabo. No hay ningún partido
que diga que la democracia es un error que debería ser borrado por la mano de
un cirujano de hierro, aunque tengo grandes esperanzas de verlo en el discurso
de VOX.
Si la frustración con el sistema democrático te parece
insuficiente, también había una gran violencia callejera. Pero grande del
tamaño de tener movilizada a la policía todos los días del año. Pistolerismo y
asesinato de personas “problemáticas” de uno u otro bando, como los asesinatos
del teniente Castillo y de Calvo Sotelo. Y, hasta donde yo sé, al contrario que
en los años 30, actualmente no hemos llegado a pegar tiros a la gente como
forma de terminar un debate político.
Razón nº 87 por la cual no puede haber una nueva guerra civil en España: Lobezno no está por la labor de volver a venir.
Además, para llegar a la Guerra Civil había
antecedentes claros de intentos de derrocamiento del sistema democrático, y
eran inmediatos. Para los conservadores estaba la dictadura de Primo de Rivera,
que había sentado precedente como una forma aceptable de tomar el poder de
manera no sangrienta. Para los sectores de izquierda estaba la Revolución de
Asturias del año 34, que había roto las ilusiones y agriado los ánimos más
exaltados.
En la actualidad carecemos de antecedentes que
compartan generación. Salvando las distancias y haciendo acrobacias mentales,
podríamos establecer paralelismos con el Franquismo. Es cierto que el franquismo
puede parecer más vivo que nunca, pero hay una brecha generacional importante
que hará peligrar su continuidad en el futuro. Por el lado de la izquierda
mejor no hablo, porque o más parecido que ha habido a una “insurrección general”
ha sido el 15M. Y YA TAL.
Razón nº 41 por la cual no puede haber una nueva guerra civil en España: Claro que voy a luchar en la Guerra Civil... FUMANDO PORROS.
Por no hablar que en los años 30 el ejército se sentía
con derecho a intervenir en la política a placer. Después de DÉCADAS acostumbrados
a consolidar o derrocar a los políticos según les cayeran bien o mal, se creían
superiores al sufragio. Los oficiales no terminaban de aceptar los cambios
corporativos y privilegios de clase que traía el Frente Popular, y terminaron
metiendo mano el 18 de julio de 1936. Pero es que este tipo de cosas ya era
rutinarias para el ejército español, que llevaba desde el siglo XIX acumulando
experiencia en golpes de estado.
Hoy en día, estando en la Unión Europea y todo eso,
sería impensable que el ejército se sublevara contra su propio pueblo y
usurpara la voluntad de las urnas. Joder, qué bonito me ha quedado, pero probablemente
sea lo único para que sirven los organismos de nivel europeo en estos momentos.
La garantía de que el resto de democracias europeas defenderían de los intentos
de usurpación. O eso es lo que me gustaría pensar.
Por eso, cuando alguien te diga que estamos caminando
hacia otra guerra civil, levántate, ponle el dedo índice en sus labios y susúrrale
al oído un “shhhhhhhhh, calla un momento”. Luego léele este blog y ciérrale la
boca.
Con suerte habré ganado una visita.
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