Mientras Europa estaba conmocionada (más de boquilla que de
otra cosa) por la Primera Guerra Mundial y Estados Unidos vivía un boom
cultural y económico que duraría hasta el 29, España seguía en el siglo XIX en
cuanto a sociedad. Treinta años de diferencia no pueden parecer demasiados,
pero a la hora de la verdad marcan la diferencia. ¿Os imagináis que Portugal
viviera como nosotros en los años 80, por ejemplo? No, no hace falta que contestéis
a esa pregunta, todos sabemos que Portugal está más en los 90 españoles.
A lo que iba, mientras que en Europa las democracias iban
cogiendo fuerza, por España preferíamos las tradicionales dictaduras militares.
Desde 1923 a 1930 el general Miguel
Primo de Rivera gobernó haciéndose pasar por el “Cirujano de Hierro” al que
Joaquín Costa tanto invocaba en sus escritos.
Miguel con su gran amigo el rey Alfonso XIII
Porque esa es otra, en los años 20 aún teníamos el Marruecos
español. Si, en la batalla de Annual (1921)
nos dieron cerita por todas partes, pero se compensó sobradamente con
Alhucemas cuatros años después. Con una guerra colonial a todo trapo, el ejército
era bastante relevante en la vida política española. Normal que ante la inmoralidad
de los nacionalismos y la enorme actividad anarquista quisieran tomar las
riendas por medio del golpe de estado.
El "Día-D" a la española: el Desembarco de Alhucemas. Cuando lo descubran los videojuegos, será un no parar
En materia económica supuso el fin del sistema tradicional
para dar paso a la modernidad en un intento de conseguir el progreso a partir
de la producción. El Estado intervino la economía para regular precios máximos
y mínimos durante casi toda la dictadura, lo que se traduce en un crecimiento en
todos los aspectos controlado por el gobierno.
Pese a la mala imagen que tienen las dictaduras actualmente,
la de Primo de Rivera supuso los cimientos económicos y sociales sobre los que
se construyó la modernidad en España. Es cierto que los se plantaron mediante
el autoritarismo, que la represión era una realidad en las calles y que Primo
de Rivera se alejaba mucho de ese Cirujano de Hierro utópico, pero en una
sociedad tan polarizada y convulsa como la de esa década, el espíritu de dialogo
brillaba por su ausencia.
El dictador es el señor del medio, el de casco prusiano, risa pícara y faja a punto de reventar
Esta primera dictadura del S. XX español será el tema sobre
el que intentaré investigar en mi futuro Trabajo de Fin de Grado. A ver si las
cosas salen como espero.
gil culiao :-)
ResponderEliminarte amo
ResponderEliminarmuy buenas a todissss
ResponderEliminar¡Me gusta cómo cuentas las cosas!
ResponderEliminarBrutal
ResponderEliminarPos ma gustao hoygan.
ResponderEliminarLa verdad es que tienes una buena forma de contar la historia. Directo y al grano. Centrándote en las piedras angulares que movieron la sociedad y no necesariamente en todos los elementos históricos que intervinieron que pueden ser innmuerables y tediosos.
Espero que te fuera bien el fin de Grado!
por que coño te explicas tan bien?
ResponderEliminarlas élites respiraron tranquilas sabiendo que el caos justificaba la violencia con la que permanecen en el poder. Y de aquellas lluvias estos lodos, casi 100 años justificando la violencia de estado con la misma argumentación (es que son ingobernables...) Es que el nacionalismo. es que lso anarquistas ... pues oiga como en todas partes por entonces, ni más tonto que cualquiera. Pero no, la dictadura era necesaria claro, eso sí, una dictadura que convenga a la élite aristocrática latifundista (que no burguesa como expones...) los señoritos nunca han sido burgueses, sino terratenientes, o sea que si tenemos en cta la composición de las élites... no estábamos 30 años atrás, estábamos 200... por cierto, de paso y con la conveniente violencia en las calles -(que yo tb podría perfectamente justificar ya que estamos) de paso nos pasamos por el garrote vil a todo disidente o intelectual (casi siempre burgués medio) que se nos ponga gallito no? y así los únicos disidentes vivos que quedan son los violentos terroristas anarcas que justifican la violencia del estado. Todo redondo. Que bien nos queda, y cuando lo cuenten, no olvidarse de sesgar correctamente, no sea que no podamos justificar dictaduras rancias de abolengo latifundista de toda la vida. Sobretodo.
ResponderEliminarouhouhuohnu
ResponderEliminarhukosssonE
ResponderEliminarMuy bien explicado,muchas gracias
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