domingo, 20 de agosto de 2017

Dunkerque (el análisis)



Este verano está siendo el verano de Dunkerque. En la radio, Dunkerque. En la televisión, Dunkerque. En el periódico, Dunkerque. En revistas, Dunkerque. En Youtube, Dunkerque. Los Isótopos, Albuquerque.

He de reconocer que, si crees que tu verano está siendo una mierda, deberías conocer el verano que pasaron las tropas Aliadas en Dunkerque.

Dunkerque empieza, literalmente, con un inglés cagándose vivo. Huye por un escenario urbano perseguido por un enemigo que no se muestra, para llegar a la playa y vaciar su intestino en la prístina arena y ver a otro tío enterrando a un pobre diablo del que sólo se ven los pies.

En esos primeros 5 minutos de metraje ya sale una ciudad impecable, con unos edificios en primera línea de playa de arquitectura tan actual que llaman la atención y parecen fuera de lugar. En realidad todo el paisaje está fuera de lugar. Mientras que en la película parece que todo el mundo se haya ido a merendar (¡incluso el protagonista recoge un cigarro a medio fumar del alféizar de una ventana!).

- Y ahora cuando yo diga "ACCIÓN" os ponéis a correr de un lado para otro como si os estuviera disparando alguien.
- Pero Señor Nolan ¿Y los nazis?
- Buf, hoy tenían el día libre o algo así me han dicho en el Sindicato de Nazis. A ver cómo nos las apañamos sin ellos.

Lo cierto es que la ciudad sufrió una tremenda devastación por parte de la artillería alemana y la Luftwaffe. El paisaje que debería haber en ese momento es un paisaje más “de guerra”, más devastado, más ruinoso, con fuegos y humo. Pero claro, rompería el impacto inicial de la película y de esa normalidad rota por la guerra. Precisamente los soldados tuvieron que embarcar desde la playa porque las infraestructuras portuarias estaban seriamente dañadas por los bombardeos. Las calles deberían estar atestadas de material abandonado y vehículos saboteados para que no cayeran en manos del enemigo.

Que ese es otro problema que veo. La película empieza con un dramático “in media res” en el que los soldados británicos corretean asustados de un enemigo que no se muestra. ¿Qué hacen esos británicos ahí? ¿Dunkerque no es Francia? ¿No se podrían considerar esos cientos de miles de ingleses “muchos ingleses” en suelo francés para ser el inicio de la guerra? Todas esas preguntas se podrían haber respondido simplemente con una voz “en off” que comentara como habían acabado en esa situación.

- Chaval, deja de inflar la pelota Nivea y pásame la neverita que ahí es donde tengo las cervecitas frías.
- Señor Nolan, esto no se parece en nada al "picnic en la playa" que nos prometió.

Es más, me jode un poco la siguiente situación: los británicos son tratados como héroes y de los franceses no se sabe nada. Fueron los franceses y los belgas los que aguantaron en las líneas de defensa para que a los ingleses les dieran tiempo de embarcar. Casi un 40% de las fuerzas presentes en Dunkerque fueron evacuadas junto con los ingleses como reconocimiento. El 60% restante de las tropas francesas se quedaron porque resistían por la propia ciudad y no podían replegarse sin que se hundiera la línea de frente.

Pero queda tremendamente emotiva la escena en la que la flotilla de barcos civiles llega a socorrer a los soldados de las playas. Aunque en la realidad esos barcos no sirvieran más que de propaganda, sirve para dar un toque humano y heroico a la historia. “Mira cómo los ingleses cuidamos de nuestros compatriotas en los momentos de necesidad” parece decir la película, aunque solo 6000 soldados de los 400.000 fueron evacuados por barcos civiles.

- Chaval, que soy yo, el Nolan.
- Señor Nolan, creo que no debería haber asustado tan fuerte al pobre actor de reparto.

La película no menciona siquiera la gran ineptitud de los mandos británicos, que se habían ganado los galones estudiando la Primera Guerra Mundial, y no esperaban algo tan novedoso como la Blitzkrieg. Tanques alemanes apareciendo por todas partes e infantería motorizada tapando los huecos y cruzando por los bosques de las Ardenas, terreno que se había considerado “imposible” de cruzar, dejando al aire muchos culos acostumbrados a sillones. Démosles un aplauso sarcástico a todos ellos.

Realmente la “Operación Dinamo” (vamos a llamar al rescate en las playas de Dunkerque por su nombre) fue una operación secreta. Los Aliados no querían que los alemanes se enteraran que estaban con el culo al aire y que podían perder cientos de miles de soldados de forma absurda y patética. El asunto se llevó en secreto durante cinco días (días en los que los barcos militares hicieron trayectos y trayectos transportando soldados) hasta que fue demasiado grande como para seguir ocultándolo.

- ¿Véis? Y así, con unos cartones de nevera que nos encontramos ayer y unas temperas Jovi, nos ahorramos una pasta en actores de reparto.
- Quizá, si usted dejara de asustarlos de improviso, señor Nolan...

Si la operación comienza el día 26 de mayo, hasta el día 31 no llega la ayuda de los civiles. No es porque esperaran a ese día, es porque sencillamente no sabían lo que estaba ocurriendo en Francia. Para el final de la Operación Dinamo, la British Expeditionary Force había perdido casi 70.000 hombres y todo el equipo pesado, vehículos y tanques que tenían adscrito. Pero siempre se ha considerado "un éxito". Es como cuando le preguntaban a tu madre cómo te había ido el curso y si habías aprobado todo en junio y ella respondía “bueno, por lo menos tiene salud”.

Fuera de los aspectos históricos, si nos ponemos a criticar aspectos técnicos de la película están los personajes. Sí, la historia es muy emotiva, pero los personales me parecen más planos que una chancleta de playa. Yo por lo menos no he llegado a conectar con ninguno de los personajes. [SPOILER] Te da igual que muera el crío o que se salven los soldados en la mancha de aceite porque no se molestan en dar profundidad a ninguna de esas pérdidas [/SPOILER].
Eso sí, la película es muy bonita en cuanto a fotografía. Pero no deja de ser una película pedante que aspira a ser mucho más de lo que es.


Y pese a todo, no me ha dejado mal sabor de boca. Si tuviera que hacer una analogía, compararía la película con un bocata de jamón. Puede que el jamón esté seco y el pan sea de ayer, pero sigue siendo un bocata de jamón.

1 comentario:

  1. Los ganadores haciendo victorias de las derrotas. ¡SORPRESA!
    La verdad que salí decepcionado del cine.

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