domingo, 15 de mayo de 2016

Cerrado por tormento intelectual


Lo que ocurre siempre cuando se acerca el verano. Trabajos y exámenes, exámenes y trabajos. La misma canción de siempre.

Esperemos que se pase pronto. Nos vemos dentro de un mes.

Por facebook seguiré dando mal de vez en cuando, eso sí.

lunes, 9 de mayo de 2016

Gran reserva: una selección personal



Llevo (o llevaba) un mes dando clase en un instituto. Un mes que ha dado para mucho, bueno y malo. Y muchas cosas relacionadas con la Historia, claro, que para eso no me pagan.

A lo largo de mi estancia he llegado a presenciar violaciones de los Convenios de Ginebra con alumnos castigados, horrores hechos examen, alumnos dormidos en clase,  alumnos con camisetas de Wismichu, alumnos hablando del Dark Souls a gritos en la biblioteca… de todo.

Y cuando digo “de todo” me refiero a DE TODO. Incluidas algunas cosas que me gustaría no haber leído en lo que me presentaban los alumnos. Algunas hasta me cabreaban, pero la mayoría me hacía sonreír socarronamente mientras bajaba la nota a una velocidad que los que tienen internet contratado con Telefónica no conocen.

Aquí traigo la selección de mejores momentos. La gala de los oscars de la ignorancia histórica. Sin nombres, para que no haya escarnio público. Solamente reproducciones fidedignas de lo que me he encontrado en los exámenes, intentando el máximo de autenticidad en cuanto a signos de puntuación, gramática y acentos.

Representación mía tremendamente veraz, corrigiendo algunos exámenes

domingo, 1 de mayo de 2016

Rumbo hacia una España en guerra [review literaria]





Como historiador, hay una cosa que me gusta mucho más que viajar: leerme libros sobre viajes que han hecho otras personas en otros tiempos. Fulanito se pegó un viaje por Japón en 1927; pues bienvenido sea, a ver que peripecias le ocurren en los años 20 al otro lado del mundo, pese a que a mí ni se me ocurriría visitar Japón en la actualidad.

Creo que se debe a la fascinación, a esa curiosidad que tiene todo aquel que le gusta la Historia, por ver cómo era la gente y la mentalidad en un pasado que no has llegado a conocer. Somos el producto de nuestro tiempo. Y como producto de nuestro tiempo, tenemos una determinada forma de pensar y una actitud ante la vida. Leyendo a personas de una época pasada, con unas mentalidades diferentes a las nuestras y unos puntos de vista que podrían resultarnos cómicos, debido al choque de culturas.

La famosa “Guía Baedeker”, en su edición sobre España y Portugal de principios del siglo XX, señala que no hay que dar limosna a los mendigos que se agolpan en las puertas de las iglesias porque son vagos que lo único que quieren es pagarse unos tragos de vino en la taberna cercana a costa de la caridad ajena. En un periódico de los años 20 se relata como un aviador español viaja al Congo en un biplano y los indígenas le disparan flechas cuando les sobrevuela, que no le llegan a alcanzar ni remotamente, como si fueran niños asustados. En un texto medieval, el viajero relata el excepcional caso de buen funcionamiento y exquisitez que representa el burdel de Valencia, recomendado por su limpieza y tranquilidad.

Todos esos textos no dejan de manifiesto una cultura diferente a la que vivimos, en la que el racismo es lo normal y no lo “políticamente incorrecto”. Situaciones en las que hoy nos llevaríamos las manos a la cabeza resultan motivo de orgullo en otras épocas. ¿Despreciar a los vagabundos? Hecho ¿Racismo? Hecho ¿Recomendar prostitutas? Hecho, wo-ho.

"Hay veces que hablo a los negros y parece que me entienden, como los perretes de mi Escocia natal" bueno, bueno, esto tendré que suavizarlo un poco en la versión final.