La Guerra Civil es mucha guerra como para quitársela de
encima en una sola semana. Por eso hoy toca seguir con más de lo mismo: si la
semana pasada quedara explicada en líneas generales lo que vino a ser el
transcurso de la guerra, hoy toca explicar lo que supuso para la sociedad
española.
Nada más comenzar la insurrección militar, en el sector republicano, la
población pidió armas en ayuntamientos y
edificios gubernamentales. El reparto de armas fue un duro trago que se llevó
por delante a dos presidentes, que dimitieron antes de repartir armas, Finalmente
el pueblo en armas surgió en ayuda de la República. La parte negativa es que el
gobierno legítimo dejó de tener el monopolio de la violencia y comenzaron las
represalias personales… ¿Te acuerdas aquella vez que me moviste las lindes? ¿Y aquella en la que me robaste las peras? Pues
tiro en la nuca y quedamos en paz.
El golpe de
estado desarticula el aparato institucional republicano, dejando al gobierno
electo controlando solo Madrid. Y eso siendo generosos, porque las calles eran
controladas por las milicias que no respondían ante ese gobierno. Ese vacío de
poder queda rápidamente subsanado por comités revolucionarios formados por los comités
sindicales, que comienzan a hablar de un nuevo orden social y empiezan a
articularse las milicias.
- Por aquí pasará el enemigo, reforzad posiciones
+ ¿Cómo lo sabe, mi capitán?