Ayer fui de excursión con compañeros estudiantes de historia
para ver ruinas romanas por Navarra. El resumen de la jornada patrocinado por Google Imágenes es este:
Lluvias torrenciales, agua que te calaba la ropa, pasaba por
tus huesos y te podía empapar hasta el ALMA.
Pero seamos un poco más explicativos. Ahora, seco y en mi
casa mientras disfruto de un té Earl Grey y una bata señorial me calienta (pipa,
no, que no fumo), me maravillo de la capacidad de absorber líquidos como una
esponja que tiene la lana. Creo que todo mi cuarto huele a oveja mojada que
tira para atrás.